El caballo corneado del que cayó el jinete Fran Zarzoso en la segunda Entrada de Toros y Caballos de Segorbe, que se celebró este martes, finalmente falleció, según han informado fuentes del Ayuntamiento.
El caballo, tras tirar a Zarzoso, continuó a solas y visiblemente muy malherido la carrera hasta la plaza de la Cuerva Santa. Según el consistorio, el animal recibió atención inmediata nada más salir de la plaza, pero no se le pudo reanimar.
La Fundación Franz Weber (FFW) ha denunciado que la cogida de un toro al caballo se saldó con la muerte del animal y unas escenas “dantescas” que fueron vistas por el público asistente, entre los que había menores de edad, por lo que ha llamado a realizar una “profunda reflexión” sobre el modelo de ocio y la pervivencia de prácticas “como la de Segorbe”, donde “el riesgo de cornadas, lesiones en los animales y participantes o sobre el público asistente en la vía pública no deberían ser visibilizadas por menores”.
Así, los naturalistas han recordado que el Comité de los Derechos del Niño incluyó en su Observación General número 26 una petición a los Estados para que alejaran a las personas menores de edad de la violencia, incluida la ejercida sobre animales.
“La exposición a situaciones de extrema violencia puede tener un impacto negativo sobre los grupos poblacionales más vulnerables”, ha señalado la FFW, que ha instado al Consell a tomar medidas, “siendo una de ellas la aplicación estricta de la Ley valenciana de derechos y garantías de la infancia y la adolescencia”. “De acuerdo con esta norma, las personas menores de edad tienen prohibida la entrada o la participación directa a actividades donde exista daño sobre animales u otras personas, tal y como detallan los artículos 70.1 y 72.1.”, ha concluido.