Un hombre de 36 años ha muerto este lunes en las fistas de Sant Xotxim de la Vilavella por las cornadas que le propició un toro, una de ellas en el cuello. La víctima, de 36 años y vecino de Moncofa, fue embestido después de resbalar en un quiebro al astado, embestida que le provocó heridas que le hicieron perder abundante sangre.
Los servicios de emergencia que atendían el festejo atendieron a la víctima que fue trasladada de urgencia en una UVI móvil al Hospital de La Plana de Vila-real, donde ingresó con una parada cardiorrespiratoria y falleció posteriormente.
Con la muerte de la Vilavella ya son dos las víctimas mortales que ha habido este verano en los distintos festejos taurinos después del fallecimiento de un joven de 28 en Pedreguer (Alicante) a principios del mes de julio.
En la última década los festejos con participación de toros han provocado un total de 32 muertos, además de 6.500 heridos, mientras su celebración está en discusión, dejándose de celebrar en algunas localidades (especialmente con la llegada de nuevos gobiernos progresistas) o la intención de aplicarle la máxima protección, desde el PP.