En todas las trayectorias musicales siempre hay trabajos que apuntan hacia el amor más íntimo, que bucean en el sentimiento más profundo. Son discos plagados de letras románticas, convirtiéndose el desencanto, el llanto y el fervor amoroso en protagonistas a partes iguales. Pero, en pocos, esa exaltación amorosa parte de historias familiares o narra relaciones de los más allegados.
El último trabajo de Nacho Umbert, 'Familia', reúne todas esas características. Se trata de un disco que propone un juego mágico de espejos, cuyas letras se enfrentan al pasado, al presente y al futuro. Unas canciones que el artista catalán presentará este viernes en el espacio cultural de Las Naves, en Valencia.
Con el amor, en sus más variadas y distintas formas, como eje principal de este álbum, Umbert realiza su disco más completo. “Es el más ambicioso y del que más contento estoy”, afirma el músico. “En él hay más canciones de amor que nunca, algo que ha surgido casi sin querer”, apunta. Sus letras se mezclaran con las de Javier Saez, artista invitado para este evento que hará las delicias del público con su primera experiencia en solitario.
La diversidad de la querencia tratada se explica por el título escogido. Una denominación que surge tras la composición de Umbert de su álbum 'Sudamericano'. Así lo relata el cantante: “A raíz de este trabajo me interesó explicar más del desengaño y me gustó la idea de usar a mi familia como recurso para meterme de lleno en temas más históricos”. Y tras ir escribiendo sobre su familia “acabé escribiendo de amor. Por algo será”.
“A veces, paso de puntillas por mi familia y, otras veces, ella es la protagonista absoluta”, señala el cantautor barcelonés de un trabajo que ha estado producido por Raúl Fernández (Refree). Una delicia musical que con sus suaves melodías y sus cantos al amor cuenta historias como “el frustrado fichaje de Di Stefano por el Barça, la historia de amor de mi hermana o la del enamoramiento entre mi madre y una estrella de cine”. Un espectáculo para todos los amantes de los ritmos más melódicos e íntimos transformado en un juego mágico.