Nueva polémica de Rovira: del colegio “sin riesgo de colapso” con un fallecido a los fines de semana “con la familia”
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El domingo a media mañana se producía un derrumbe en un colegio de Massanassa, gravemente afectado por la DANA, que provocó la muerte de un trabajador de Tragsa al que le cayó encima la estructura de una pasarela que estaba situada en el patio -el siniestro está siendo investigado por el Instituto Valenciano para la Seguridad y Salud en el Trabajo (Invassat), en contacto con la Inspección de Trabajo-. Después de que el president de la Generalitat, Carlos Mazón, cambiara su visita al lugar del suceso, donde le esperaba un grupo de vecinos indignado con la gestión de la DANA, por una reunión “urgente” en el Palau, hubo que esperar hasta pasadas las 19 horas para que alguien del Gobierno autonómico compareciera ante los medios para dar explicaciones. Se trataba del conseller de Educación, José Antonio Rovira, el representante de la Generalitat cuyas políticas provocaron la convocatoria de una huelga general hace apenas unos meses.
El conseller de Educación, Cultura, Universidades y Empleo aseguró que el accidente era “imprevisible” y que no había ningún informe que apuntara a que el edificio “corría riesgo de colapsar”. Esta afirmación contrasta con lo que dijo el alcalde de Massanassa, Francisco Comes, quien unas horas antes había indicado que el centro había sido catalogado por los arquitectos de la conselleria lo marcaran en “rojo”, lo que suponía que “lo tienen que derribar”. Es más, el Ayuntamiento publicó el 7 de noviembre la prohibición de acercarse al edificio su “posible derribo”. El conseller sostuvo que esta catalogación en “rojo” se corresponde a que los alumnos no podrían entrar “a corto plazo” por los “importantes daños” ocasionados por las inundaciones del 29 de octubre.
Las infraestructuras educativas están catalogadas en cuatro colores después del paso del temporal: verde, “aquellos en los que se podía entrar al día siguiente”; amarillo, los que requieren de limpieza e higienización; naranja, los centros que necesitan alguna reparación relacionada con obras menores; y rojo, que necesitan obras mayores y no se puede volver a entrar “a corto plazo”, como es el caso del Lluís Vives de Massanassa. En total, hay doce colegios e institutos calificados en rojo.
Rovira insistió en que los informes técnicos señalaban que el edificio, pese a haber sufrido daños importantes, “no suponían un riesgo inminente de la estructura”, aunque sí que reconoció que su ocupación sí que generaba peligro. Por eso, quiso aclarar que el siniestro se ha producido “en el exterior”, y más concretamente “en un porche que conecta un edificio con otro”. No obstante, sí que resaltó que el edificio, con más de medio siglo de antigüedad y tras los graves daños ocasionados por la DANA, “todo apuntaba a que valía más la pena hacerlo nuevo que repararlo”.
En la mañana del domingo había cuatro operarios de Tragsa trabajando junto a efectivos de la UME en la limpieza de enseres y lodo en el patio del Ceip Lluís Vives en respuesta a una solicitud del Ayuntamiento por cuestiones de salubridad debido a la cercanía a las viviendas. Tragsa está actuando en 19 localidades afectadas por las inundaciones y en 68 centros educativos, 44 de Infantil y Primaria y 24 de Secundaria: 23 de ellos ya están limpios y con su correspondiente certificado de higienización, según confirmaron desde la empresa.
“Tenemos derecho a estar con nuestra familia”
Al titular de Educación justificó su ausencia y la del president Mazón en Massanassa el día del accidente mortal: “No hacíamos nada allí”. Rovira ha aseverado que sí que estuvieron en la localidad de l'Horta Sud la vicepresidenta Susana Camarero y “otros altos cargos” del Consell, sin precisar quienes.
Sobre el hecho de que estuvieran en Alicante, el conseller ha defendido que trabajan “el máximo de horas” en la situación “en la que estamos”. “También nosotros tenemos nuestra familia en Alicante y creo que tenemos derecho a estar unas horas con nuestra familia; y eso no quita que no estemos haciendo un trabajo, no solo este conseller, sino la gran parte de cargos y funcionarios de esta conselleria, de muchas horas”, ha reivindicado el componente del Gobierno valenciano.
Rovira y la huelga “política”
El pasado 24 de mayo, gran parte de la comunidad educativa valenciana convocó una huelga general contra las políticas educativas del Consell del PP (y entonces también Vox) que tuvo un gran seguimiento a lo largo y ancho de todo el territorio. La convocatoria, a la que han seguido otras -la última de ellas el pasado sábado por la gestión tras la DANA-, culminó con una multitudinaria manifestación en la ciudad de València, en la que participaron miles de personas en defensa de la escuela pública. Rovira calificó aquel paro protagonizado por las familias y los docentes como “político” a causa de la proximidad de las elecciones europeas, que se celebrarían quince días después.
El titular de Educación es el conseller que más contestación ha encontrado en este aproximadamente año y medio que lleva al frente de su departamento. Numerosas son las polémicas que ha protagonizado, desde su defensa a ultranza de la conocida como ley de 'libertad' educativa a los problemas con las plantillas docentes al comienzo del curso y los recortes de profesores, los ataques al valenciano o la recuperación del distrito único.
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