El Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Valencia cerrará sus puestas en las próximas semanas para acometer una remodelación integral de sus instalaciones. El ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska anunció en enero de 2019 que se remodelarían todos los CIE que lo requirieran para adaptar sus condiciones materiales a los usos del centro.
La Delegación del Gobierno en la Comunitat Valenciana está a la espera de que la adjudicataria comience las obras en el centro de la calle de Zapadores y aún no conoce la fecha exacta del cierre temporal. Fuentes de este departamento avanzan que los internos serán trasladados a otro centro mientras dure la reforma.
El ministro anunció que la rehabilitación de estos centros pretende crear un nuevo modelo que garantice “un mayor respeto a la dignidad y a los derechos humanos” de las personas internadas, según han reclamado las plataformas por los derechos humanos.
El CIE de Zapadores ha sido objeto de numerosas críticas por las plataformas que defienden los derechos humanos y por los partidos de izquierda. Las pésimas condiciones del centro, grabadas por un interno, fueron la gota que colmó el vaso, aunque el proyecto de reforma se anunció meses antes. El interno narró las condiciones que viven sus compañeros y la mala calidad de la alimentación que reciben. “Esto es peor que Guantánamo”, consideraba.
Según la Delegación del Gobierno, se realizará una renovación total del centro, cambiando baños, duchas y todas las dependencias. Se creará un acceso desde los módulos de internamiento hasta el comedor y algunas zonas destinadas al ocio, así como un recinto para los agentes encargados de la vigilancia. Las obras recogen las propuestas de los colectivos y del Defensor del Pueblo para dar un trato “más respetuoso” con “la dignidad” de los internos y los derechos humanos.
Los jueces de control y organismos nacionales e internacionales señalaban que estos centros no reunían las condiciones idóneas para albergar y custodiar a las personas objeto de un procedimiento de expulsión a sus países de origen, como reconoce el ministerio en el comunicado que anuncia las inversiones. El Defensor del Pueblo y sus técnicos se han personado al menos en dos ocasiones en 2019 para inspeccionar este centro, una de ellas por la investigación a raíz de la muerte de un joven marroquí en una celda en la que permanecía separado del resto del grupo.
El centro de Zapadores ya se ha cerrado en varias ocasiones para acometer mejoras. La última, en 2016, para acabar con una plaga de chinches denunciada por los internos. También el año anterior para introducir modificaciones en las instalaciones, como la mecanización automática de las puertas de acceso a las habitaciones y la colocación de interfonos para que, desde cada habitación, los internos puedan avisar al servicio de seguridad.
El Gobierno anunció que invertiría 33,8 millones de euros en el plan de reforma de todos los centros de España. La plataforma por el cierre de estos centros, CIEs No, continúa pidiendo su cierre definitivo al considerarlos entidades opacas que vulneran los derechos humanos. En España hay ocho CIE actualmente operando: en Tenerife, Murcia, Las Palmas, Valencia, Barcelona y Madrid, así como otro en Algeciras y su anexo en Tarifa. El plan incluye un nuevo centro el Algeciras con 500 plazas.