La casa museo de Joaquín Sorolla albergará desde este jueves 24 de noviembre la exposición 'Sorolla en París', en la que se reunirán un total de 66 obras del pintor donde se muestra su faceta “más internacional y cosmopolita”, según ha explicado a Europa Press una de las comisarias de la muestra, María López.
Dividida en cuatro apartados, la muestra -abierta al público hasta el 19 de marzo de 2017- parte del primer viaje a París de Sorolla en 1885, hasta su consagración como gran pintor de las élites de su tiempo. Más de una treintena de obras son propiedad de colecciones particulares e instituciones culturales de seis países, muchas de las cuales “no habían sido presentadas” nunca en España.
Las obras de esta exposición constituyen los grandes hitos internacionales de la carrera de Joaquín Sorolla y fueron seleccionadas por él mismo para ser presentadas en los grandes certámenes internacionales (como el Salón de París, la Bienal de Venecia o las Sezession de Múnich, Berlín y Viena), así como en las exposiciones monográficas que realizó en las galerías Georges Petit de París o Edward Schulte de Berlín.
“Son quizás las dos cuestiones que más destacan de la exposición: por un lado es la calidad de unas obras seleccionadas por el propio Sorolla para presentarse en el extranjero, con vocación internacional y cosmopolita; por el otro, su honestidad, al buscar todos los años seguir aprendiendo y beber de las fuentes extranjeras a pesar de sus éxitos”; ha apuntado López.
'Cosiendo la vela', 'Retrato de Lucrecia Arana', 'Elena entre rosas', 'El bote blanco' o 'Clotilde paseando en los jardines de La Granja' son algunos de los títulos que podrán contemplar los visitantes de la exposición, donde se puede observar la evolución de la paleta del artista. “Tenía una enorme humildad, sumando a su arte todo lo que va viendo de otros artistas”, ha asegurado.
Otro apartado de la muestra recoge un Sorolla “más íntimo”, donde se incluye el famoso retrato de su mujer Clotilde desnuda en la cama, tapada ligeramente con la sábana. “Era tremendamente familiar, adoraba adoraba retratar a sus familiares y, de hecho, hay una frase muy bonita que escribe a su mujer: 'He hecho bien en traer tu retrato, porque es más verdad que la verdad misma'”, ha apuntado la comisaria.
Los retratos también cobran protagonismo, situando a Sorolla como “gran heredero de Velázquez”. “Él se inspiró muchas veces en Velázquez, pero mirándole con ojos de extranjero. A esto le suma la brillantez y radicalidad de la pincelada impresionista, pero haciéndola más personal y sumando una contraposición de colores y furia cromática”, ha aseverado.
Asimismo, el mar reaparece una y otra vez en estas pinturas, demostrando que se trató de “su tema por excelencia”. “Para Sorolla fue un reto permanente el seguir mejorando en este apartado y seguir contentrándose en alcanzar una pintura pura, llena de luz y color”, ha matizado López.
Coproducida con los museos Kunsthalle de Munich y el Musée des Impressionnismes de Giverny, la exposición ha estado expuesta en Alemania y Francia donde ha recibido en torno a los 350.000 visitantes. Éstas han sido las primeras muestras monográficas que se presentaban sobre Joaquín Sorolla en Alemania y Francia, desde las realizadas por el propio artista en 1906 y 1907.