El cáncer es una de las principales causas de muerte en Europa en la población general y, también en la población de personas sin hogar. En este grupo, además, la mortalidad se duplica. Esto se debe, entre otros factores, a las importantes barreras que sufren estas personas cuando intentan acceder a los sistemas de atención sanitaria y a diferentes comportamientos de riesgo, como el consumo de tabaco.
Reducir estas cifras de mortalidad y ofrecer una mejor atención a las personas sin hogar, facilitando su acceso al sistema sanitario, es lo que persigue 'Cancerless', un proyecto europeo de investigación entre cuyos socios se encuentra la Universitat Politècnica de València (UPV), a través del grupo BDSLab del Instituto Itaca.
“El objetivo de todos los socios del proyecto es contribuir a prevenir el cáncer y permitir el diagnóstico precoz en la población sin hogar, así como a superar las desigualdades sanitarias”, destaca María José Cardona, investigadora del BDSLab-Itaca de la Politècnica de València.
Para conseguirlo, el proyecto trabaja en el desarrollo de una innovadora metodología, el Health Navigator Model. “Es como un 'hermano mayor' que está al servicio del paciente. Se trata de un modelo basado en pruebas que facilita el empoderamiento del paciente a través de la educación sanitaria y el apoyo social, y que ayuda a promover el acceso oportuno a los servicios de prevención primaria y secundaria”, explican los socios del proyecto.
Cuatro estudios piloto y microsimulaciones
En el marco de este proyecto, se han desarrollado cuatro estudios piloto, en diferentes ciudades -Madrid, Londres, Viena y la región griega de Ática-, con la recopilación de datos, a partir de un extenso cuestionario -siempre anonimizado- a personas sin hogar. Este cuestionario incluía preguntas tanto de carácter sociodemográfico, como médico; también sobre comportamientos de riesgo -por ejemplo, nivel de consumo de tabaco, alcohol o sustancias psicoactivas, práctica deportiva, entre otras muchas. Y se completaba con una valoración sobre el apoyo recibido por el 'hermano mayor' ideado dentro del proyecto.
Y es en el procesamiento de toda esa información en la que trabaja el equipo de investigadores e investigadoras de la UPV involucradas en el proyecto. “La información que hasta ahora había sobre personas sin hogar es básicamente cualitativa. Este proyecto ha permitido generar una base de datos de gran valor, que permite llevar a cabo un análisis estadístico de enorme valor sobre esta población. Y no solo eso, pues con esta información podemos generar microsimulaciones en diferentes modelos de pacientes para ver los efectos de la intervención de esos 'hermanos mayores', añade Vicent Blanes, investigador del BDSlab-Itaca de la Politécnica.
Así, desde ese departamento lo que están haciendo es generar pacientes sintéticos a la carta y, a través de esas microsimulaciones estadísticas, comprobar los resultados de una u otra intervención. Y también compararlas con otras personas/modelos virtuales de diferentes características. “Con todo ello podemos prever la utilidad o no de las políticas públicas en pro de esa mejor atención y diagnóstico a las personas sin hogar”, concluye Vicent Blanes.
Factores de riesgo, apoyo social y formación
En el marco de este proyecto, un estudio ha constatado una mayor prevalencia de diversos factores de riesgo asociados al cáncer entre las personas sin hogar, siendo el más común el consumo de tabaco, que oscila entre el 26% y el 73%.
Los resultados muestran la importancia de las intervenciones para facilitar los servicios de prevención del cáncer a través del apoyo social, así como de la formación del personal sanitario en la creación de entornos de apoyo y confianza que aumenten la probabilidad de la continuidad de la atención entre las personas sin hogar.
El proyecto fue destacado por la Agencia Ejecutiva Europea en los ámbitos de la Salud y Digital como uno de los más relevantes en el marco del Día Mundial del Cáncer, celebrado el pasado 4 de febrero. Financiado por el programa Horizon 2020 de la UE, Cancerless está coordinado por la Universidad Médica de Viena y en él participan un total de once socios. El proyecto concluirá el próximo mes de mayo.