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CV Opinión cintillo

La broma infinita, cárcel por cantar

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Willy hace política con sus canciones. La última obra de Taburete, grupo musical del vástago de los Bárcenas contiene, entre otras escandalosas canciones, un tema que se titula Mamá, una balada en la que profesa amor hacia su madre, que lleva en prisión desde noviembre por blanqueamiento de dinero e insinúa que no va a callar nada. Los temas del último disco de Guillermo Bárcenas y su banda han dejado atrás el buenrollismo de los anteriores trabajos, que hablaban de jolgorio y alcohol y han adoptado una forma de canción protesta con tintes sentimentalistas y sutiles mensajes de no dejar títere con cabeza en el juego de los papeles en B de Bárcenas.

Por ello digo que Guillermo hace política con su música, aunque hace tiempo lo negara y quisiera desmarcarse de su apellido. Mientras su padre y su madre están entre rejas, él se cura esa falta con sus temas, ciertamente cargados de melancolía y de ganas de revancha. La broma infinita nace pocos días antes de que arranque el juicio en la Audiencia Nacional por la financiación ilegal del PP. Con Luis Bárcenas dispuesto a colaborar, empieza el vaivén de nombres y datos que salpicaría a altos dirigentes del partido, algunos incógnitos hasta ahora como M. Rajoy.

Irónicamente, en los próximos días, mientras Luis Bárcenas testifica por sus delitos desde dentro de las rejas, entrará entre ellas el rapero Pablo Hasél, al que se le acusa de haber rapeado sobre las hazañas del Rey emérito de España. Hasél entrará a prisión por haber hecho política con sus canciones y haber denunciado los hechos probados de las cuentas en paraísos fiscales del rey Juan Carlos, una situación que el rapero ha calificado de injusta, por eso ha hecho su música, igual que hace ahora Guillermo Bárcenas. La clara diferencia es que Willy no acabará en la cárcel por sus canciones, aunque implícitamente hable de un supuesto orden supremo y de matar leones metafóricos.

Guillermo hace música para denunciar una situación injusta, la de sus padres, a los que considera cabezas de turco, Pablo también denunció rapeando las fechorías de un personaje público de tan gran calaña como el anterior Rey de España, que, además tuvo que abandonar el país por la polémica de sus actos. Aunque los dos jóvenes tengan su verdad y estén en las antípodas ideológicas, hacen uso de su libertad de expresión para hacer canciones, pero solamente uno de ellos tendrá que pagar por su música.

Así, mientras la justicia de este país busca esclarecer los fraudes y los trapicheos del partido que gobernaba España hasta 2018, también manda a la cárcel a un rapero, convirtiéndose en el primer país europeo en hacerlo. Muy similar es la suerte del rapero mallorquín, Valtònyc, que mientras es reclamado por la justicia española, tiene que sacar sus canciones, no faltas de letras polémicas, desde el exilio en Bruselas.

En medio de todo, se siembra la duda y el debate sobre la política relacionada con la música y el sesgo ideológico de lo que es delito y lo que no.

Sin buscar sonar incendiario, veo cómo siempre pierden unos, y no suelen ser ricachones ni tener apellidos importantes. No juzgo las canciones de Bárcenas, es más, las veo necesarias, además de estéticamente correctas, pero no alcanzo a ver la justicia en el encarcelamiento de un rapero por hacer lo mismo, quizás no con los aires rockeros y optimistas de las primeras, pero sí con la misma intención.

Ahora más que nunca veo necesarias las canciones, sean cuales sean y estén cantadas por quien sea, pero que no cesen.

Porque la música y la cultura son la mejor de las armas para combatir las injusticias y sacar a flote la miseria de nuestra sociedad, ya bastante desgastada de por sí. Porque es necesario hacer política, sobre todo si se trata de aportar un bien común, porque Gata Cattana hacía política con su música como Miguel Hernández lo hacía con sus versos.

Porque Pablo Hasél irá a la cárcel injustamente, si las autoridades pertinentes no se dan cuenta de su error y reculan, pero siempre le quedarán su voz y sus canciones. Al igual que a Willy y a todos los artistas que quieran hacer uso de ello. A todos aquellos, no se achanten y alcen la voz, ahora más que nunca, no callen ni se dejen callar.

Como canta en uno de sus nuevos temas Bárcenas, brindo por todos los hijos del soul.

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