¡Cuántas personas han pensado en algún momento de su vida hacer algo por los demás! Las obligaciones cotidianas condicionan esa ideal inclinación, se posterga… cuando saque tiempo el año que viene, cuando lxs niñxs sean mayores, cuando no tenga tanto trabajo, cuando me jubile…
A veces, cuando nos asaltan tantas noticias que indignan, la conciencia nos dice que indignarse de poco vale.
Puede que se calme esa conciencia empática con una cuota a una ONG, y está muy bien. Sin fondos no se puede vertebrar una Organización no Gubernamental.
Pero tal vez no se sabe que hay muchas opciones que permiten ser activista con poco tiempo y tener la satisfacción de ejercer el activismo por personas vulnerables para cumplir objetivos mundiales de derechos humanos siendo agentes motivadores.
El activismo aplicado a los derechos humanos significa reaccionar con compromiso ante las injusticias y la discriminación, con el fin de asegurar el respeto a las personas que se encuentran en situación de vulnerabilidad, creando un impacto social e influyendo en las políticas gubernamentales para lograr los cambios necesarios en la sociedad.
Hay tantas y tan variadas formas de impulsar sociedades más justas, pacíficas e inclusivas… Voluntariado comunitario para sumarse a movimientos cívicos para resguardar la cultura; voluntariado de exclusión social para defender y promover los derechos de colectivos marginados o discriminados; voluntariado en cooperación al desarrollo para fomentar las capacidades de las personas permitiéndoles insertarse al mercado de trabajo; voluntariado medioambiental para denunciar acciones que dañan el medio ambiente; voluntariado en defensa de los animales como seres vivos que son; voluntariado en protección civil en emergencias por desastres naturales…
Y ahora que empieza el “curso”, que nos hemos comprado una agenda para organizar nuestra vida, se puede hacer algo que nos impulse a la empatía por los derechos humanos.
Vivimos una época terriblemente complicada, y siempre que ocurren grandes problemas económicos y sociales, los derechos humanos se vulneran con más frecuencia.
Se trata de defender los derechos humanos proclamados en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, de manera pacífica y explicando la verdad de las vulneraciones con independencia de ideologías políticas, intereses económicos o credos religiosos.
Y la manera efectiva de llevarlo a cabo es manejando datos fiables, resultado de una exhaustiva y rigurosa información, comunicación de los hechos y denuncia de los mismos ejerciendo presión sobre quienes pueden garantizar que estas injusticias desaparezcan.
Es posible trabajar eficazmente por los derechos humanos porque todas las personas llevamos dentro el poder de la humanidad.
Y este inicio de curso es un buen momento para tomar la decisión de activarse por esa humanidad que compartimos.
Porque el mundo puede cambiar, pero no va a cambiar solo.
- Emma Sopeña Balordi es filóloga, vocal de Amnistía Internacional Valencia y del equipo de medios de Amnistía Internacional Comunidad Valenciana