La necesidad de tener un Derecho Civil propio del pueblo valenciano

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A pocas semanas de que se debata en las Cortes Generales la reforma constitucional elaborada y consensuada entre les Corts Valencianes y la sociedad civil valenciana (ayuntamientos y asociaciones empresariales y jurídicas), es necesario saber el porqué de la importancia de la recuperación de un Derecho sin el cual el pueblo valenciano no ha podido evolucionar.

Durante la pandemia, escribí un artículo en la Revista Mirall donde relataba la historia de la pérdida del Derecho Foral valenciano con los Decretos de Nueva Planta de 1707. Los Fueros, la norma escrita más importante del antiguo Reino de Valencia, eran derogados y las normas comenzaron a dictarse desde la Corte instalada en Madrid.

Esta pérdida, sin embargo, no supuso la pérdida de la costumbre, fuente del ordenamiento jurídico, la cual se siguió utilizando en el campo valenciano, en la época de la recogida de los productos hortofrutícolas, como la naranja. Contratos o actos jurídicos, como la venta al pes o la venta a l’ull¸ son resultado de mantener esa tradición.

Es más, en los planes de estudio del Grado en Derecho y sus dobles grados en las universidades valencianas, no existe ninguna mención a la tradición jurídica del Reino de Valencia en forma de asignatura única, pues solo se dedican unas clases en la asignatura de Historia del Derecho. Algunos alumnos que hemos querido indagar en la cuestión ha sido por nuestra cuenta y a costa de dedicarle tiempo a otras materias.

Por tanto, actualmente es necesario hacer conciencia de esta tradición a la sociedad valenciana pues solo algunos juristas sabemos de la riqueza y de la existencia de un Derecho propio, partes del cual se siguen utilizando de forma consuetudinaria.

En estos momentos, tras haber hecho unos estudios de postgrado de carácter económico y haber estado durante 5 meses en la sede de la soberanía del pueblo valenciano, estoy trabajando en el mundo del Derecho y puedo observar las complicaciones derivadas de la anulación de las normas valencianas por parte del Tribunal Constitucional en 2016. Por ejemplo, con respecto al régimen económico matrimonial, entre 2008 y 2016 el régimen económico matrimonial vigente era la separación de bienes y tras dictarse las sentencias del Alto Tribunal a mediados de 2016, el régimen es el legal subsidiario de sociedad de gananciales, por lo que en algunos actos es necesario preguntar a los clientes su fecha de matrimonio para preparar la documentación de una forma o de otra.

Otro ejemplo sería el ámbito del Derecho sucesorio. Hoy en día, no existe norma alguna en el País Valencià que regule la sucesión y la posterior partición del caudal relicto, al contrario que sucede en el resto de territorios de la antigua Corona de Aragón (Catalunya y Aragón). Si se llega a aprobar esta reforma constitucional botánica que tiene el apoyo del Partido Popular, se podría dictar una ley valenciana de sucesiones, la cual recuperaría las normas de sucesiones forales del Reino de Valencia, como la prevalencia de la sucesión testada frente a la intestada o los grados de sucesión.

Estos ámbitos del Derecho ilustran perfectamente el porqué de la recuperación del Derecho Civil propio y también el porqué de las reivindicaciones hechas por parte de la academia desde la Universidad de Valencia y por parte de las asociaciones de juristas, como la Asociación de Juristas Valencianos, los cuales asesoraron a los diputados y diputadas de les Corts Valencianes encargados de redactar la forma constitucional.

Por tanto, a las puertas del 9 de octubre, el día del pueblo valenciano, es necesario defender la recuperación del Derecho Civil y defender el derecho del pueblo valenciano de poder dictar sus propias normas en ámbitos diversos como régimen económico matrimonial, sucesiones y uniones de hecho.

En conclusión, una vez llegue el debate a las Cortes pasado el 9 de octubre, espero que los diputados y senadores electos por las 3 circunscripciones del País Valencià no sigan ordenes de partido y voten a favor de esta reforma, la cual es muy beneficiosa para nuestro pueblo y territorio y la cual acabará con más de 300 años de discriminación histórica.