Para que las niñas sigan soñando con ser científicas

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Soy una mujer que desde niña soñó con ser científica. Por lo que esta conmemoración del Día de la Mujer y la Niña en la Ciencia tiene un valor especial para mí. Aquella niña que fui tuvo la tremenda suerte de contar con una familia que la apoyaba y le daba fuerza.

Gracias a su respaldo incondicional, especialmente el de mi madre, siempre me sentí capaz de todo. Era tal la seguridad que conseguían hacerme sentir, la determinación de que todo era posible, que no fui consciente de las barreras que podía haber encontrado por mi sexo o mis condiciones económicas, culturales y sociales.

La madurez, la experiencia, el paso a la edad adulta me han mostrado la cruda realidad: no todas las mujeres han tenido esa suerte en su infancia o juventud. Muchas no han contado con el apoyo o el reconocimiento necesario para lanzarse al estudio de una carrera de Ciencia. Otras, directamente, no han podido imaginarse en ese papel porque no han tenido referentes que demostraran que las mujeres también eran capaces de investigar, estudiar y descubrir.

Por eso sigue siendo necesario celebrar estos días. Para hacer una lectura crítica de nuestra realidad, reconocer las desigualdades que todavía se dan por sexo y reivindicar las políticas y medidas que nos permitan avanzar hacia una situación más igual. Aunque las cifras varían favorablemente año tras año, la paridad entre mujeres y hombres en las carreras científicas todavía es un reto a lograr.

Si hablamos, además, de ser científica y emprender, la cosa se complica en un doble tirabuzón de dificultad. Pero también, en este sentido, somos unas cuantas para demostrar que se puede. Por ejemplo, en nuestro ecosistema innovador son más de un tercio las startups que han sido fundadas por mujeres o tienen una al frente. Y esta tendencia se percibe en nuestros eventos o reuniones. ¿Sabíais que de los speakers de VDS2022, el 35% fueron mujeres? Está claro que tenemos algo que decir y que nuestros mensajes tienen la misma importancia que los de nuestros compañeros. Sigamos trabajando para que tengan la misma consideración. 

Hoy me gustaría destacar la importancia de que las niñas conozcan ejemplos de mujeres científicas con puestos de relevancia internacional, porque todos sabemos que hay muchísimas mujeres estudiando carreras en Ciencias, pero muy pocas llegan a ser catedráticas y aún menos a ocupar puestos directivos en empresas. Es necesario dar visibilidad y consideración a estas pioneras. Primero, porque son mujeres de vanguardia que han roto techos de cristal para abrir camino a las que detrás avanzamos. Y segundo, porque como ya he comentado, no puedes soñar con ser algo que no sabes que existe. ¿Cómo las niñas van a aspirar a dedicarse a esta rama si no tienen referentes?

Sirva esta tribuna para rendir homenaje a estas mujeres. No puedo nombrarlas a todas porque por suerte no cabrían en este espacio, pero también porque por desgracia, muchas han sido borradas de la historia. Mujeres como Margarita Salas, inventora de una de las patentes más rentables de España; Ángela Pérez, emprendedora y vicepresidenta de desarrollo de negocio en Health in Code, o Margarita López-Acosta, directora general de Sanofi en España. Ellas con su historia y su trayectoria ayudan a demostrar que las mujeres tienen mucho que aportar en el terreno científico y que para las nuevas generaciones el techo de cristal será cada vez de un vidrio más flojo y fácil de romper.

Al menos eso es lo que deseo para el futuro de mi hija, un mundo donde no se le impongan límites solo por su sexo. Espero que crezca en una sociedad en la que nadie piense que por tener un trabajo de responsabilidad que disfrutes terriblemente, estás obligada a renunciar a nada en tu vida. Afortunadamente, estamos dejando atrás la época en la que las mujeres renunciaban a tener hijos si querían llegar a lo más alto en sus carreras y hoy es el día de celebrarlo.

*Beatriz Llamusí, Arthex Biotech y socia de Startup Valencia