Posverdad y metaverso en el caos valenciano
I qué és la veritat, la forma plena?
–Preguntem insistents, perquè no la tenim–.
Perquè vol ser buscada, és per ço que s’amaga.
Ella ens funda, primer; i és ella qui ens contempla
Abans que se’ns presente per poder contemplar- la.
I per això, no ens deixa desesperar del tot:
Persisteix esperant-nos, per si un dia poguerem,
Per fi ja, demanar-li que es quedara amb nosaltres
–Enllà de contrapunt i ençà de fuga–,
De tan bella com fóra la vera forma plena“.
Antoni Ferrer, l'Alcúdia de Crespins. (la Costera)‘ De la paradoxa’, 2015
Los valencianos constatan que Madrid sigue lejos. A pesar de trenes y autovías no hay conexión. En palabras de José Saramago, el caos es un orden por descifrar (‘El hombre duplicado’). Primero designan un presidente impropio(Carlos Mazón). Después mandan un teniente general ( Francisco J,Gan Pàmpols) para solucionarlo. ¿Alguien imagina a un militar en los gobiernos vasco o catalán para recuperarse de una adversidad civil? Se desconoce cuánto durarán.
Es mi pueblo
Hay dos momentos clave a partir de la gota fría que desencadenó la catástrofe del 29 de octubre en València. Uno, el 8 de noviembre: cuando el presidente Carlos Mazón en las Corts dice que si no lidera la recuperación , no optará a la reelección en 2027. No pisa el embarrado suelo de la realidad. La rúbrica la dio cuando en dos ocasiones se refirió al pueblo valenciano –“Es mi pueblo”-- con vehemencia forzada y ficticia– fingiendo una convicción mientras le traicionaba su comunicación no verbal, por la que no cree en el país – valenciano– que preside por carambola electoral y designación forzada. La segunda fecha que ahonda en su política es el 29 de noviembre. Un mes transcurrido desde la tragedia. Cuando medios de comunicación e instituciones recuerdan la conmemoración pasados 30 días y quien preside el Consell afirma que no es tiempo de celebraciones sino de trabajar. ¿ Cómo hace él? El coro celestial sabe que sufre pánico escénico cuando suspende su visita a Benetússer tras la caída de la pasarela que ocasiona el fallecimiento de un operario y le paraliza la mala conciencia que le impide encabezar el duelo para reconfortar a víctimas y damnificados. No puede liderar la recuperación quien es incapaz de afrontar la responsabilidad de la primera autoridad de la Generalitat ante sus conciudadanos, “su pueblo. . El divorcio entre pueblo y líder es evidente después de las dos manifestaciones – 9 y 30 de noviembre– que abarrotaron el centro de València con 230.000 asistentes. Los valencianos no van a olvidar en las calles ni en sus casas. La traducción en intención de voto se resiente para el Partido Popular.
Apariencias engañan
El 26 de noviembre se clausuró la exposición, “Paisajes tipográficos” de Pepe Gimeno en el Colegio de Arquitectos de València, ya con un pie hacia una muestra retrospectiva en Melilla. Pepe inició hace años su viaje conceptual y creativo por su quintaesencia profesional: “Grafía callada” hacia la expresión cosificada de sus hallazgos (objetos) de manera aleatoria. Siguió con el “Diario de un náufrago” en el que proseguía su itinerario con paradas en Verona,Chicago, New York, California y Florida. El dominio de la técnica y la aplicación ensamblada de los materiales cierran el perfeccionismo visual proyectado en la belleza del resultado. El artista camina de la posverdad al metaverso en el proceso de indagación en torno a la manipulación de mensajes y expresión, a los que se somete a los humanos desde un estímulo visual vago y versátil hasta transformarlo en algo del todo distinto-- en su configuración final– al relato de inicio. El último recurso para combatir la confusión es la interpretación del metaverso, de lo que hay, queda o vale más allá de la palabra y las grafías cuando se desconfiguran, recuperan sus posibilidades y ofrecen el abanico casi infinito de sus posibilidades psicológicas e imaginativas. Los paisajes y el lenguaje gráfico generan pareidolias. Espejismos a partir del hallazgo personal de impresiones y formas, a veces contundentes y personales hacia el horizonte expresivo de creaciones reconocibles. En su devenir plástico, Pepe Gimeno prosigue su recorrido íntimo en cuyo trazado no está dispuesto a anclarse en posiciones estáticas ni cómodas hacia un horizonte cuyo perfil está por definir. La posverdad y el metaverso son más válvulas de escape y herramientas que conducen a la libertad y a destinos sin prefigurar. El horizonte queda abierto. Si Pepe Gimeno, con raíces en Castellar, hubiera apostado por Madrid o Barcelona su éxito se habría multiplicado,
Conciencia de país
Con las consecuencias de la catastrófica inundación del 29 de octubre, los valencianos han constatado su debilidad y su carencia de armas para superar la crisis que se les viene encima a partir del balance preciso de la desgracia. Para empezar, ¿el País Valenciano existe? ¿Es decir, la unidad territorial y sociopolítica con entidad suficiente para hacer frente al desafío ? ¿Alguien fomenta la conciencia de país con voluntad de ser? Estos impactos afectan y determinan una configuración nueva por definir. Raimon, el del ‘carrer blanc’ de Xàtiva, cantaba en sus orígenes: “ a cops morim la vida”.
Luces y sombras
Transcurrido el primer mes de la tragedia no se ve todo, pero se vislumbra el panorama. Mientras en los más de 75 municipios afectados, –la ciudad de València, capital del Reino, también ha sufrido directamente el zarpazo de las aguas–, siguen mascando fango por las noches a oscuras, se ha visto la imagen, casi soez, de otras poblaciones de la geografía hispana, embarcarse en la frenética carrera de ser las más y mejor iluminadas con el resplandor de millones de bombillas que anuncian la campaña navideña 2024. La campeona Vigo, con egocéntrico alcalde socialista, Abel Caballero, que encuentra en el exceso eléctrico su razón de ser. Seguido al otro extremo por Badalona, cuyo consistorio lo preside un estentóreo regidor del PP, Xavier García Albiol. Madrid y Barcelona, compiten en capitalidad avasalladora y política. Una del PP, con el exultante soldado, Martínez Almeida. La otra, Barcelona, estremecida por la luna de miel del PSC y ERC, con el rutilante Jaume Collboni. Madrid y Barcelona, que comparten capitalidad lumínica, se electrificaron a la par, en una carrera por el éxito que sacudió la península. Para prolongarse en Sevilla y Málaga por los confines de Andalucía. La España que se refleja en Madrid queda lejos en sintonía.València sigue aislada en las campana neumática de cristal.
En quiebra
En el Paś Valenciano flota la sensación de haber vivido situaciones parecidas en tiempos anteriores. La riada de 1957 en València, la pantanada de 1982 en la Ribera del Xùquer, inundaciones de 1919 en Orihuela y Ontinyent. Todos se vuelcan, pero con el tiempo las aguas y las ayudas vuelven por sus cauces. Exiguos y ramplones. El siguiente capítulo trata de la carrera de las administraciones , autonómica y central, por el protagonismo en la escenificación del plan de recuperación de la zona siniestrada con aportaciones de los distintos ramales de un mismo Estado. El diagnóstico del caos financiero sitúa a la tesorería de la Generalitat Valenciana, presidida por Carlos Mazón, en quiebra técnica con una deuda histórica de más de 51 mil millones de euros. Sin capacidad de incrementar su endeudamiento en los mercados financieros y con una economía institucional que sistemáticamente necesita gastar más de lo que ingresa, mientras renuncia a la aplicación de tributos por razones de conveniencia electoral. En esa carrera la Generalitat Valenciana compite en inferioridad de condiciones y pone en evidencia la crisis crónica en la política territorial en la España de las Autonomías. Sin autonomía financiera no hay autonomía política y toda la parafernalia presupuestaria es un bluf de cara a la galería, además de un engaño a los ciudadanos. Una realidad que se constata cruelmente a consecuencia del desastre que ha arrasado una zona vital para la subsistencia del País Valenciano. Las derivaciones van a afectar estructuralmente a la economía, al equilibrio social y a la estabilidad política en una magnitud imposible de evaluar. La catástrofe además de incidir en familias y negocios, tendrá repercusión laboral, con un alcance comercial, industrial y rural, por su impacto en las rentas agrarias.
Sociedad inerme
Las instituciones y entidades del País Valenciano se encuentran mediatizadas y controladas por el Consell de la Generalitat, gobernado por el Partido Popular con el apoyo parlamentario de la ultraderecha de Vox. Ambas fuerzas políticas que están al frente de la Generalitat son escépticas o contrarias al régimen autonómico. Que quieren eliminar en el caso de la extrema derecha y reconvertir en un proceso de recentralización, por lo que respecta al partido que preside Alberto Núñez Feijóo. Madrid sigue estando cada día más lejos. Por lo que respecta a las entidades intermedias de la sociedad los partidos políticos que dirigen la política española, desde los inicios de la Transición a la democracia, han ejecutado la constante acción de acoso, control o eliminación de las asociaciones, foros e instituciones corporativas. Aquellas que, en situaciones como la actual, podrían desarrollar, emprender y ayudar a suplir las carencias e incompetencia del aparato burocrático de las administraciones públicas. En el campo de las entidades económico-empresariales están las Cámaras de Comercio, Industria, Navegación y Servicios, el Ateneo Mercantil de Valencia, la Institución Feria València-cuyas instalaciones se han dedicado a morgue , a dormitorios para militares y aulas para exámenes–. La politización de entidades culturales –Consell Valencià de Cultura, Institut Valencià de Cultura, la Radiotelevisión Valenciana, lo que fue el Centro de Cultura Valenciana, Centro Valenciano de Estudios Económicos– y la política esterilizadora de las Universidades públicas en beneficio de la proliferación de la oferta universitaria privada, sitúan en indefensión a la sociedad valenciana e impide la capacidad de suplir la ineficacia partidista con la colaboración de entidades, ajenas a ciclos políticos y que podrían aportar su conocimiento y experiencia a la igualdad de oportunidades.
Eixirem del fang
Este es el tiempo de confluencia de circunstancias que conducen a combatir y ver luz al fondo de la oportunidad. Los partidos políticos van a contrapelo de la realidad con mirada introspectiva que les lleva a renunciar y traicionar al conjunto de la sociedad por defender sus privilegios y la posición de fuerza. Nada de unos pocos puede sobreponerse a la mayoría cooperante, por sentido corporativo con la idea de no ceder posiciones ante la expectativa de alcanzar y mantener el poder a toda costa. Es lo que queda en la posverdad y el metaverso de una crisis abierta que nadie se atreve a augurar cómo acabará.
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