El puerto de València ha recibido esta semana una noticia: buena para él y las navieras; mala para los vecinos de València y su área metropolitana. Desde Madrid le han concedido la autorización (condicionada) a “tirar adelante” con su ampliación. Les dejan decidir a ellos mismos: “el juez es parte”, vaya despropósito.
Nuestra Generalitat solo sabe decir que “Sí, que se amplíe el puerto, pero solo si es una obra SOSTENIBLE”. Bendita etiqueta que lo blanquea todo ¿Y quién interpreta si es sostenible? Pues el propio puerto. Porque las Consellerias de Movilidad y Territorio no se pronuncian: se ponen de perfil. Vaya modo de autorizarlo de facto sin pagar el precio político que la decisión supone. Un ejemplo de manual de “ambigüedad calculada”.
Ahora ya imagino a las autoridades portuarias al dictado de las navieras, susurradas al oído y muy bajito, a por la siguiente etapa: el Acceso Norte.
Dentro de unos años dirán que es absolutamente imprescindible el puente, el túnel o lo que sea para no dar la vuelta por la V-30 y por supuesto “por el bien de los valencianos” para ahorrarnos el intenso tráfico de camiones que ya hay y que crecerá. Primero generan el problema del tráfico y lo incrementan y luego como si fuese una sorpresa sobrevenida nos libran de él con el dinero de todos. Otra vez el pirómano bombero.
Y no se hablará de los 400 millones de euros como han venido diciendo, NO. Cuando la Ampliación ya esté hecha ya se hablará de entre 4.000 y 8.000 Millones (El Puerto: lo que se nos viene encima).
Y todo esto viene a colación por la noticia de que, a modo premonitorio, las autoridades del puerto de Sidney (Australia) han adjudicado a Acciona esta semana una obra similar. Un túnel submarino con accesos al puerto de esa ciudad y su coste es de 9.600 millones y una longitud de 6,5 km. Por supuesto que no es igual al que requerirá el puerto de València, pero da una idea de lo que es tener una ciudad con un puerto en su interior y los enormes problemas en la movilidad inherentes. Vayan preparando la cartera.
Por cierto, Sidney tiene un puerto deportivo y de pasaje en el centro de la ciudad, y el de mercancías lo tienen a 17 km (se llama Port Botany). Lo han alejado de la urbe más poblada y eso que tan solo es de la mitad de TEUs (contenedores año) que el de Valencia; mueven 2,7 millones de TEUs frente al de València que moviliza 5 millones. ¡Qué casualidad! La ciudad de Sidney separó su puerto a la una distancia parecida a València respecto al puerto de Sagunto y a su enorme zona logística vacía de Altos Hornos. Afortunadamente para Sidney sus gobiernos regionales no se plegaron a las navieras.