Vox y su desparrame político impropio
“La mejor defensa es un ataque” es lo que debió de pensar Juan Manuel Bádenas de Vox esta semana pasada cuando ante la tormenta de “piedra política” que le está cayendo a él y su grupo municipal, en lo que quiero suponer que fue un ataque de bisoñez política, pensó que nada mejor que atacar a aquellos que poníamos de manifiesto las continuas contradicciones, cortinas de humo, excusas increíbles y ocultismo sobre un tema, que puesto de manifiesto por la intervención municipal en un informe, huele a podrido desde el minuto cero.
Porque pensar que con una acción tan manifiestamente boba como amenazar con presentar una moción en el próximo pleno donde se solicitará “que una entidad independiente audite con rigor cada una de las facturas que han utilizado los grupos del PSPV, Compromís, PP y Vox para justificar sus gastos” puede cambiar las reglas de la Aritmética que permanecen invariables desde la antigua Grecia es un claro exponente de la inutilidad política en la que se ha sumido el partido verde desde que pisó moqueta.
La aritmética dice que si he recibido en una cuenta (única) 22.808,10 euros de dinero de los valencianos y tan solo presento justificantes por 5.933,92 euros de lo gastado, en la cuenta del banco he de tener la diferencia, es decir, 16.874,18 euros. Lo dice la aritmética, pero no la entidad financiera en donde está la cuenta en la que se ingresa la aportación municipal, que en un certificado emitido hace constar que el saldo en dicha cuenta es de 1.800 euros. Por tanto, ¿dónde está la diferencia? ¿Qué se ha financiado? ¿De dónde se ha sacado el dinero para devolver al ayuntamiento tal y como el Sr. Badenas afirma que ha hecho? Estas tres preguntas son las únicas que Vox debería de contestar y aclarar. El resto, es entrar en lo que yo denomino “desparrame político impropio”.
Ese desparrame que surge en política cuando uno se ve sobrepasado por su propio límite de incapacidad y es capaz de hablar de contratar una auditoría independiente y con rigor, como si la intervención municipal pudiera ningunearse de esta forma por un miembro del gobierno, poniendo en cuestión el funcionamiento de una institución que lo único que ha cumplido es con su deber destapando una irregularidad en el seno de su propio grupo municipal. Ese mismo desparrame que le permite aseverar de forma absolutamente irracional que están recopilando información muy importante de facturas del anterior Alcalde y Vicealcaldesa sobre viajes para aportarlas a la fiscalía, cuando ha sido incapaz de poner orden ni en los desafortunados comunicados a la prensa sobre las irregularidades cometidas en su grupo con sucesivas contradicciones y cambios de versión. También cuando uno exige auditorias de fundaciones siendo miembro de un partido que está siendo cuestionado a diario por sus irregularidades en la financiación y sus traspasos escandalosos a la fundación disenso o al entramado empresarial de sus amiguetes denominado por algunos ex miembros del partido como “clan Ariza”.
Y hablo de impropio, porque así defino yo sus voladuras en propia trinchera y que nadie puede entender como una relación con sus socios de gobierno, a los que tiene continuamente en jaque con escándalos, ruedas de prensa incomprensibles, hipérboles y demás actuaciones más propias de un indisciplinado niño pequeño que del segundo teniente de alcalde de Valencia.
Pero este proceder se extiende por la ancho y largo de las escasas actuaciones realizadas por las concejalías de vox, donde detrás de mucha pólvora en salva, aparecen flagrantes irregularidades como los contratos a dedo en torno a los 50.000 euros con los que la Concejal de Festejos parece haber organizado la cabalgata de reyes, anteponiendo el dedazo, ese mismo que le llevo de ser una asesora política en Torrente con más ambición que éxito político a ser Concejal del Ayuntamiento del cap i casal por gracia de faisán y por obra de la obra, amen.
La falta de rigor, de asistencia o ausencias injustificadas, la escasa agenda institucional o la simple mala educación en las expresiones y formas de actuar, también forman parte de esta especie de paté trufado verde que elaboran en su proceder diario todos los miembros del Grupo Municipal. Paté que es evidente que no es del gusto de sus socios y que amenaza con convertirse en el causante de una autentico atraganto político en la persona de la Alcaldesa. A ella y solamente a ella, le compete solucionar este desparrame político impropio de sus socios de Vox.
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