La oposición ha denunciado el descontrol y los abusos de los gobiernos del PP con la caja fija de la Generalitat, los gastos discrecionales y sin presupuesto previo con los que el gobierno valenciano ha podido gastar cientos de millones de euros sin control alguno.
En algunas conselleries, se pagaron mediante este sistema opaco mariscadas, güisquis, comidas en restaurantes japoneses y hasta informes sobre el trasvase del Ebro, según informan El Mundo y Levante-EMV.
Mònica Oltra, coportavoz de Compromís, ya dijo que la caja fija eran las tarjetas Black del Consell. Rafael Rubio, del PSPV-PSOE, denuncia que “el uso ilegal de la caja fija fue la entrada de la trama Gürtel en la Comunitat Valenciana”. “El informe de intervención de 2012 sobre área de presidencia de las 39 cuentas justificativas que selecciona, en 21 detecta irregularidades”, asegura el parlamentario socialista, que pide cuentas al gobierno valenciano a la mayor brevedad.
Es de “una cobardía política tremenda que el PP se justifique en los funcionarios para intentar dar una explicación a los gastos de la caja fija que no se sostienen”. Alberto Fabra ha defendido que facilitar las facturas de la caja fija a la oposición, algo a lo que está obligado por un fallo judicial, colapsaría la administración, aunque ha prometido hacerlo.
UPyD también ha cargado contra la Generalitat por la gestión y destino de sus fondos opacos. La portavoz del partido en la Comunitat Valenciana, descabezado tras la marcha de su líder, afirma que “la gestión de la caja fija del Consell demuestra el descontrol de las cuentas públicas”.
Alicia Andújar asegura que “gastar hasta 1.150 millones de euros de dinero del contribuyente mediante este método en asuntos injustificables como mariscadas y poner excusas para no ofrecer información clara sobre el uso que se ha hecho de ese dinero pone de manifiesto que la Ley de Transparencia que presentó el Consell es una mera tomadura de pelo”.