El hasta ahora alcalde de Orihuela, el popular Emilio Bascuñana, se ha mantenido en el poder desde hace siete años gracias al apoyo de sus socios de Ciudadanos, a pesar de estar siendo investigado por un presunto delito de malversación de caudales públicos por cobrar de la Conselleria de Sanidad sin acudir a su puesto de trabajo. Sin embargo, las disensiones entre los socios a raíz de la retirada de competencias a Ciudadanos han forzado a tomar la senda de la moción de censura. Con los fatídicos antecedentes de la fallida moción en Murcia, que provocó de rebote una descomunal crisis en el partido naranja, el portavoz de Ciudadanos y actual vicealcalde, José Franciso Aix, y la socialista Carolina Gracia han firmado el pacto ante un notario. Cambiemos Orihuela, la marca de Unidas Podemos en la localidad alicantina, ha asegurado sus votos a la moción de censura aunque ya ha anunciado que no participará en el nuevo gobierno municipal liderado por Carolina Gracia.
Aunque el acuerdo inicial entre el PP y Ciudadanos para la gobernabilidad del municipio incluía que cualquier cargo debía dimitir si era imputado por corrupción hasta la sentencia firme, la formación que lidera en Orihuela José Francisco Aix ha decidido desalojar a Emilio Bascuñana a consecuencia de los roces por las responsabilidades en la Corporación municipal.
El médico Emilio Bascuñana, con clínica privada y que cobró entre el 1 de noviembre de 2007 y el 7 de enero de 2014 como asesor de la dirección territorial de Sanidad sin acudir a trabajar, ha recogido el guante y ha criticado los “intereses particulares” de sus ya exsocios. Los ediles populares han arropado a Bascuñana en una comparecencia en la que ha anunciado la retirada de las competencias a los cinco concejales de Ciudadanos, además del cese de sus asesores.
El PP denuncia un “chantaje” de Ciudadanos
“No vamos a ceder a ningún chantaje, mantenemos nuestras líneas rojas aunque ahora Ciudadanos parece que ha encontrado otros colaboradores que sí les van a consentir lo que nosotros no les hemos pasado, como es usar el Ayuntamiento de Orihuela en beneficio de unos particulares”, ha rematado el alcalde popular.
A Bascuñana le quedan poco más de dos semanas al frente del ayuntamiento. El próximo 25 de abril hay convocado un pleno en el que, si no hay traición de ningún tipo entre los nuevos socios de la moción de censura, pasará la vara de mando a la socialista Carolina Gracia.
La nueva mayoría, incluyendo a Cambiemos Orihuela, suma 14 concejales frente a los nueve del PP y los dos de Vox. La decisión ha sido “meditada y analizada de manera meticulosa”, según el grupo municipal socialista. “Hoy hemos registrado la moción de censura pero la realidad es que Bascuñana hace ya tiempo que dimitió de sus funciones”, agregan.
Los socialistas de Orihuela reprochan que Bascuñana “ha estado más ocupado en la estabilidad de su puesto que en la estabilidad de Orihuela”. José Francisco Aix ha asegurado haber advertido en muchas ocasiones que el gobierno municipal “no funcionaba bien”. “Ha habido un robo sistemático de competencias”, asegura en referencia a las áreas de Recursos Humanos y de Urbanismo. Aix incluso ha denunciado que se han producido actuaciones urbanística “a espaldas” del concejal responsable del área de Urbanismo, de Ciudadanos. “Esta decisión no es fruto de un calentón, llevamos tiempo hablándolo”, ha afirmado.
El líder de Ciudadanos en Orihuela, que ha mantenido durante años en el poder a Bascuñana a pesar de estar imputado por un presunto delito de malversación de caudales públicos, ha lamentado que su formación se ha quejado “amargamente” por el “hurto de las competencias” por parte de los populares.
Por su parte, la portavoz de Cambiemos Orihuela, María García Sandoval, ha asegurado que la marca de Unidas Podemos prestará los votos de sus tres concejales para que prospere la moción de censura aunque ha advertido de que no participarán en el nuevo gobierno municipal. “Esta vez parece que va en serio”, asegura.
Los 14 concejales que conforman la moción de censura han firmado el documento ante notario y este miércoles ultimaban los flecos del pacto de gobernabilidad que acaba con el mandato del alcalde 'zombi' que cobró un sueldo público sin pedir vacaciones, ni tener un puesto de trabajo adscrito, ni siquiera aparecer por su despacho.