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Opinión - Un tercio de los españoles no entienden lo que leen. Por Rosa María Artal

Pasen y vean

Ustedes no lo saben pero los procesos orgánicos del PSOE, incluidas sus primarias, son un abonado jardín en el que florece vigorosa la voluptuosa flor de la paradoja y el frondoso arbusto de la incoherencia.

Basta con que un gestor o gestora anuncie el inicio de la contienda para que rompan sus almidonadas camisas de cuello blanco y clamen al cielo exigiendo juego limpio los mismos que hace pocos años inundaron nuestros correos electrónicos con alguna de las páginas más tristes de la historia de la guerra sucia del PSPV. Ya saben… lo que sea con tal de asegurarse otro quinquenio de ese pan que jamás serían capaces de amasar con sus propias manos.

Acérquense, amigos y amigas, porque verán a las juventudes revolucionarias que ayer rompieron sus livianas guitarras de la libertad reivindicando el tiempo del cambio y la dignidad abrazar con mimo el pesado violonchelo de la responsabilidad institucional, para interpretar desde sus escaños la sonata de la estabilidad y la continuidad del poder que hoy les tiene tan bien establecidos. Oirán lamentos por la movilización ajena en boca de quienes nunca se han sentido responsables de la desmovilización propia. Y verán a los mismos que en Valencia reparten besos botánicos a izquierda y más izquierda todavía poner en peligro la integridad de sus cervicales de tanto asentir en primera fila cuando en Madrid, Santurce o Bilbao toque escuchar aquello de que los mismos, exactamente los mismos, a los que aquí has jurado amor eterno son el cáncer que corroe la sagrada calavera del socialismo patrio.

No dejen de mirar, pues van a ver ustedes obrar maravillas a hombres y mujeres de los que nunca lo esperaron Verán a quienes llenaron las hemerotecas de las medias mentiras que quedan cuando ni siquiera digieres las medias verdades descubrir con entusiasmo que, sin saberlo, siempre fueron socialdemócratas Participarán, no lo duden, en las primarias de un partido al que jamás votaron y del que jamás escribieron si no fue para ejecutar el argumentario de esa derecha a la que hoy juran no haber visto en su vida.

No se alejen, señoras y señores, pues cuando todo acabe entenderán que esto no ha hecho más que empezar. Nadie se hará responsable de la modificación de la Constitución Española de un modo y con un propósito tan indigno como indefendible. Solo se verá el vacío que dejó aquello que el PSOE tuvo y ya no está porque tuvo que morir, se lo aseguro, para poder colaborar activamente en la elección del mejor amigo de Blasco, Carlos Fabra, Rus y Bárcenas como presidente del gobierno de la nación más antigua de Europa… y más allá.

Pasen y contemplen el milagro del candidato que desafió a la muerte: asesinado después de haberse suicidado y después resucitado, quien sabe si para volver a morir. Admiren con sus propios ojos la paradoja del hombre que se presentó a perder para asegurarse así que, de ningún modo, perdería. Y contemplen anonadados a la acróbata del poliedro; la del “no” y también del “sí” y del además y del “tal vez”; El primer angelus de la socialdemocracia europea, pues fue el ángel del Señor quien anunció a Susana; la que hoy está en lo que ayer no estaba y la que todo lo “puede” aunque no “podemos” porque allí no ve lo que aquí no mira.

Pasen, pasen y vean. Entren, señoras y señores, niños y niñas. No se pierdan este vertiginoso circo de tres pistas porque igual, esta sí, es la última función de esta centenaria compañía.