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Qué pasó en las tres horas desde que el incendio de Bejís adoptó “un comportamiento explosivo” hasta que atrapó al tren

Imagen de un tren de Renfe en la estación de Caudiel. EFE/ Domenech Castelló

Carlos Navarro Castelló

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Un cambio repentino en las condiciones meteorológicas que hicieron del incendio de Bejís un auténtico infierno y, en consecuencia, la necesidad de adoptar multitud de decisiones en muy poco espacio de tiempo. Este fue el principal argumento de la consellera de Justicia e Interior, Gabriela Bravo, para tratar de explicar por qué el pasado 16 de agosto no se impidió la salida del tren desde la Estació del Nord de València a las 16.23 horas con destino a Zaragoza, que quedó atrapado a las 17.54 horas entre las llamas poco después de Caudiel, generando una situación de tensión que acabó con más de una decena de heridos, y que podía haber terminado en tragedia de no ser por la actuación de la maquinista, que logró invertir la marcha del convoy y sacarlo del fuego.

Bravo compareció este jueves a petición propia en la Diputación Permanente de las Corts Valencianes para dar cuenta de la gestión de los grandes incendios de este verano, principalmente en la Vall d'Ebo y Bejís, y de la situación y las decisiones adoptadas en el momento del incidente ferroviario.

Según su relato, ese día en torno a las 15.00 horas se dio un giro brusco de la evolución del incendio que generó los momentos más críticos de todos los vividos durante la extinción de los diferentes fuegos. Unos minutos antes se había producido una reunión del Centro de Coordinación Operativo Integrado (Cecopi) presidida por Ximo Puig en la que se consideró que, salvo cambio radical, no era necesario desalojar la localidad de Bejís.

“Pocos minutos después de finalizar la reunión, la potencialidad e intensidad del incendio alcanzaba niveles insospechados según los responsables. La formación de pirocúmulos y el comportamiento explosivo determinó que la dirección del puesto de mando avanzado (PMA) adoptara la decisión de evacuar el municipio de Bejís y se activó de forma inmediata un albergue en la localidad de Viver. En tres horas el incendio pasó a tener un tamaño seis veces mayor, de 600 a 3.700 hectáreas afectadas. A primera hora de la tarde el incendio se encontraba fuera de capacidad de extinción”, afirmó Bravo en su intervención.

“En pocos minutos se tuvo que tomar muchas decisiones como trasladar el Puesto de Mando Avanzado (PMA) de Bejís a Viver para evitar que lo alcanzaran las llamas y, posteriormente, evacuar las localidades de Torás y Teresa. Nos encontrábamos entonces ante el momento más crítico del incendio: todos hemos visto las impactantes imágenes de los bomberos del Consorcio de Castellón escapando de un círculo de llamas que el viento había creado de manera sorpresiva. En aquellos momentos el incendio estaba completamente descontrolado”, dijo la titular de Justicia.

A las 18:08, casi dos horas después de haber partido el tren, el Centro de Coordinación de Emergencias recibió la primera comunicación de una incidencia ferroviaria en la que una unidad de prevención aseguraba que un tren había pasado por Monleón y no había salido; entre Cambras y Monleón hacia la estación de Torás. 

Según Bravo, “este mensaje llegó a través del sistema COORCOM del 112 donde todas las comunicaciones orales y escritas son registradas y compartidas por todas las agencias que pertenecen al operativo”.

Casi simultáneamente, el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) informó al 112 con el siguiente mensaje: “Fuego al lado de las vías a la altura km 204 de vías y cerca del antiguo apeadero Toras-Bejís. Trenes no pueden continuar la marcha y ha retrocedido a La Masada, altura de término municipal de Torás entre los apeaderos de Torás-Bejís y Majadas Blancas”.

A partir de ese momento, se incorporó Adif al operativo, se activaron los recursos sanitarios extraordinarios como helicópteros medicalizados o planes de emergencia de hospitales y se habilitó un hospital de campaña en el Puesto de Mando Avanzado para convertirlo en primer punto de triaje y derivación de heridos.

Bravo insistió en que “ha de quedar claro que el Centro de Coordinación de Emergencias no recibió del Puesto de Mando Avanzado ninguna instrucción para que cortara la línea férrea Valencia-Zaragoza”. Y por ese motivo, “la Sala no tuvo ninguna comunicación con Adif”.

La consellera inició su intervención recordando que según el Plan Especial de Incendios Forestales de 1998 y actualizado en febrero de 2021 “el responsable máximo de la dirección y coordinación de un incendio en el Puesto de Mando Avanzado siempre será un técnico con rango de capataz, coordinador forestal o sargento bombero”, apuntando en qué línea pueden ir las responsabilidades del incidente ferroviario.

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