Aerte, la patronal de las residencias de la tercera edad, “celebra” la decisión de Mónica Oltra, consellera de Igualdad y Políticas Inclusivas, que ha anunciado cambios en el llamado modelo Cotino, el sistema por el cual desde 2007 varias empresas del sector reciben generosa financiación pública por acoger a ancianos en sus instalaciones cuando hay centros públicos sin ocupar e, incluso, residencias públicas cerradas.
Oltra anunció que el sistema para la adjudicación de plazas concertadas de personas mayores “se regularizará” “por medio de un procedimiento público”. Aerte, crítica desde hace años con el modelo Cotino, está a la espera de la concreción de las medidas propuestas por la Generalitat. “Queda por saber con mayor profundidad cómo va a ser el proceso de regularización y de qué manera se va a llevar a cabo para poder formular una opinión fundamentada”, asegura en un comunicado.
Según fuentes del sector, las empresas del modelo Cotino se han forrado gracias a los privilegios supuestamente concedidos por los gobiernos del PP. En esencia, las plazas de accesibilidad, aquellas de centros privados que son subvencionadas por la Generalitat, cobran más por plaza que otros centros con conciertos (hasta 56,14 euros frente a los 50 que reciben ayuntamientos o entidades sin ánimo de lucro, por ejemplo) aunque afrontan exigencias menores que otros centros en número de personal y salarios.
Oltra ya ha dicho que quiere acabar con el negocio de “sátrapas” como Cotino en el sector y el PSOE ha presentado una proposición para que el parlamento valenciano investigue ese sistema. “Ha llegado el momento de aclarar todas estas dudas y de que se exijan responsabilidades para que los ciudadanos conozcan qué ha estado pasando con el dinero público”, dijo Concha Andrés, diputada socialista.