Pocos temas, por no decir ninguno, han puesto de acuerdo en los últimos años a los grandes partidos políticos, la patronal, los sindicatos y la sociedad civil de la Comunitat Valenciana como la reforma del sistema de financiación autonómica. Una reforma que siempre ha incluido más fondos para financiar los servicios públicos, pero también una quita de la abultada deuda de más de 50.000 millones de euros que arrastra la Administración valenciana, la mayoría generada desde 2009 por la propia infrafinanciación. Pero esa unanimidad, que se plasmó en la creación de la Plataforma per un Finançament Just con la unión de todos los agentes sociales y formaciones políticas (menos Vox) se acaba de romper por la estrategia del presidente PP, Alberto Núñez Feijóo, y del president de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, de dinamitar el consenso y renunciar a una condonación de la deuda que sí tendrán autonomías como Catalunya.
Tal es la unanimidad suscitada y apoyada con sesudos informes científicos que han cuantificado esa deuda ilegítima que la Confederación Empresaria Valenciana, poco dada a discursos incendiarios, lleva semanas alentando a los partidos para que exijan al Gobierno de Pedro Sánchez una condonación de la deuda de más del 70%. Sin ir más lejos, este martes, el presidente de la CEV, Salvador Navarro, ha vuelto a meter el dedo en la llaga. “Se ha abierto el debate, y en el caso del PP yo creo que es importante que haya salido el fondo de nivelación, pero aquí nadie puede salir sin hablar de la quita de la deuda, porque si se abre el melón hay que abrirlo con todas las claves que tenemos y que hemos estado defendiendo: cambio de modelo, fondo de nivelación y quita de la deuda”, ha defendido el presidente de la patronal valenciana en una entrevista en Les Notícies del Matí de À Punt. Para Salvador Navarro, también vicepresidente de la CEOE, defender posturas distintas a esta “son estrategias políticas de corto plazo que luego a futuro no serán positivas”.
En una línea similar se posicionó la semana pasada la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE), que representa a las grandes compañías valencianas como Vectalia, Mercadona, Chocolates Valor, Baleària o Grupo Dacsa, defendiendo la negociación bilateral “si hace falta” para el cambio de sistema, una forma de abordar la problemática que también rechaza Feijóo.
La postura del empresariado valenciano está poniendo en serios apuros al PP nacional y al de la Comunitat Valenciana, que siguen manteniendo que la quita de la deuda es una “trampa” del Gobierno y se ha limitado a proponer en las Corts Valencianes que se reclame al Ejecutivo de Sánchez un fondo transitorio para incrementar los fondos que recibe la Comunitat Valenciana hasta que se apruebe el nuevo sistema de financiación. De hecho, en el PP valenciano hay quien en privado reconoce que negarse en banda a una quita que si tendrán otras autonomías es “pegarse un tiro en el pie”, máxime cuando el acuerdo con Catalunya saldrá adelante y la valenciana es la segunda autonomía con más deuda per cápita.
El presidente de AVE, Vicente Boluda, instó a “abrir el melón” de “una vez por todas” de reformar el sistema de financiación autonómica y apostó por aprovechar la “oportunidad histórica” que se abre a raíz del cupo catalán para negociar “de una manera u otra”. “Llevamos 15 o 20 años con diferentes gobiernos de diferentes sentidos y colores y aquí no se ha movido ni una ficha”, lamentó. Con el propio Boluda, con el presidente de Mercadona, Juan Roig, y toda la plana mayor de AVE delante, se comprometió Feijóo a apoyar sus tesis en cuanto a la financiación. “Tenéis razón en el fondo y en la forma”, les llegó a decir a los empresarios el presidente del PP en un acto en València.
Ruth Merino, portavoz del Consell: "El problema es de financiación y no de endeudamiento"
Mientras los empresarios achican al PP los espacios por donde sacar cabeza, el Gobierno de Mazón en boca de su portavoz y consellera de Hacienda, Ruth Merino, ha vuelto a mantener este martes que su propuesta de fondo transitorio es la mejor porque es lo “inmediato”, al tiempo que considera que la quita de la deuda es un “parche” y ha garantizado que no negociará esta cuestión con el Gobierno de manera bilateral y “con la puerta cerrada”.
Merino ha reiterado que la “principal exigencia” del Ejecutivo valenciano es el fondo de nivelación, como así lo exigen “todas las comunidades autónomas gobernadas por el PP”, ha remarcado. Además, para el Consell, este sería un “primer paso” en la reforma del sistema de financiación que “allanaría mucho el camino”, por lo que el “consenso posterior” resultaría “mucho más fácil y asequible”.
Por ello, ha pedido “no desenfocar” sobre esta cuestión y ha insistido en que “lo prioritario y fundamental” es exigir el fondo de nivelación. En este contexto, ha lamentado que “al otro lado” haya un Gobierno de España que ha puesto “un muro y un bloque a los problemas de la Comunitat Valenciana”. “Vamos a centrarnos en eso”, ha subrayado en referencia al fondo.
Sobre la quita de la deuda, Merino ha valorado que, aunque solucionaría la situación “de un día para otro” y “vendría bien” por el pago de intereses, en unos dos años “estaríamos exactamente igual si no se solucionara el problema de la financiación”. “El problema es de financiación y no de endeudamiento”, ha recalcado la portavoz del Consell, que ha considerado que una hipotética quita de la deuda sería un “parche”. De cualquier modo, ha incidido en la importancia de abordar este debate “en el foro adecuado”.
Por ello, ha recalcado que la deuda “no es fundamental” porque lo que sí que resulta “fundamental e inmediato” es el fondo de nivelación. “La deuda es algo que está ahí y que nos lastra”, ha reconocido Merino, al tiempo que ha garantizado que el Consell “no va a negociar nada” en un foro bilateral con el Gobierno “con la puerta cerrada”. “Se puede hablar pero no negociar de forma bilateral”, ha señalado.