“El centro histórico no puede ser una vía de paso para cruzar Valencia”. Así de contundente se ha mostrado el concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Valencia, Vicent Sarrià (PSPV).
El edil ha explicado a eldiario.es la idea de lo que será la peatonalización de Ciutat Vella, el gran reto del nuevo equipo de Gobierno que dirige Joan Ribó (Compromís), con el apoyo del PSPV y de València en Comú.
Según Sarrià, “la filosofía y la prioridad del equipo de Gobierno es que de una forma paulatina y consensuada con asociaciones de vecinos y comerciantes, el centro histórico recupere espacio público en detrimento del vehículo privado”.
En este sentido, ha comentado que la remodelación de la plaza de la Reina llevará aparejado “un cambio en la movilidad y en el transporte público”, algo que posteriormente tendrá efectos en la plaza del Ayuntamiento, que también será revisada “para que sea más humana y transitable, puesto que será una actuación de conjunto”.
De esta forma, se restringirá el tráfico desde la calle de la Paz, al eje formado por la plaza de la Reina, calle San Vicente y plaza del Ayuntamiento. Una zona a la que solo podrán acceder vecinos, transporte público y vehículos comerciales para carga y descarga. El resto del tráfico se desviará, previsiblemente, por Poeta Querol.
En este sentido, Sarriá ha insistido en que todo formará parte de un proceso que se llevará a cabo “poco a poco, por fases y con el consenso de vecinos y comerciantes”.
De hecho, de momento el Ayuntamiento solo ha destinado 100.000 euros de cara al año que viene para la redacción del proyecto de reurbanización de la plaza de la Reina, que pasará a ser peatonal casi en su totalidad.
Ciudad de Brujas, la prioridad
Paralelamente, según el edil, el Consistorio pretende acelerar el proyecto de reurbanización de la plaza Ciudad de Brujas, que incluirá la plaza del Mercado.
Según Sarriá, la idea es que se restrinja la entrada indiscriminada de vehículos en el eje formado por la avenida María Cristina, plaza del Mercado y calle Bolseria, entre otras cosas para salvaguardar el entorno de la Lonja, monumento declarado Patrimonio de la Humanidad.
Así, como en el caso de los anteriores proyectos, solo podrían acceder vecinos, transporte público y mercancías, mientras el resto del tráfico se desplazaría por la avenida Barón de Cárcer, tal y como sucede actualmente por las obras de reurbanización de la calle San Vicente.
Este proyecto, que depende de la Conselleria de Obras Públicas, se presentará a lo largo del año que viene, según fuentes de este departamento.
La eliminación del tráfico privado en el centro histórico se completaría, según Sarrià, con restricciones en el eje formado por las calles Serranos, Caballeros y Bolseria: “Estas calles, por pequeñas que sean, no pueden seguir funcionando como carreteras”, ha sentenciado el edil.