Istobal es una empresa instalada en la localidad valenciana de l'Alcúdia que se dedica a la fabricación de maquinaria con alrededor de 700 empleados en España (unos 460), Francia, Brasil y Estados Unidos y que en 2013 facturó 78 millones de euros. Esta empresa despidió a 53 trabajadores en 2011, una situación que según el plan de viabilidad no debía volver a producirse pero que el año pasado, debido a un proceso de externalización, redujo de nuevo su plantilla en una treintena de trabajadores.
Ahora, según ha adelantado el diario El País en su edición de este jueves, el centro penitenciario de Picassent proporciona mano de obra barata con 14 internos que trabajarían por las mañanas -de lunes a viernes- realizando el montaje de complementos de la empresa -alfombrillas, aspiradoras o pequeñas máquinas- a 3 euros la hora (entre 300 y 350 euros al mes) en virtud de un convenio suscrito con Instituciones Penitenciarias.
Istobal no es la única empresa que emplea a reclusos como mano de obra -el convenio pretende facilitar la reinserción social y laboral de los internos-, ya que existen otras industrias que contratan a un número mayor de presos. Sin embargo, se da la paradoja de que el centro penitenciario de Picassent aporta mano de obra barata a una empresa que ha reducido su plantilla en alrededor de ochenta empleados en los últimos 3 años.