María Pilar Baselga Calvo es una multidisciplinar propagadora en serie de bulos. En su repertorio cabe todo: la conspiración del Bar España, el Expediente Royuela, las extrañas teorías sobre la supuesta transexualidad de varias primeras damas, el presunto fraude electoral en España, la “agenda jazara satanista”, la magia negra, el arte moderno y, por supuesto, la pandemia de la COVID-19.
La mujer estaba relegada al submundo de la conspiranoia en la red. Sin embargo, su intervención en el programa Los Intocables (de la cadena ultra Distrito TV) llamando “Begoño” a Begoña Gómez, esposa del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, e insinuando una supuesta vinculación con el narcotráfico en Marruecos, la ha catapultado a convertirse en uno de los rostros más conocidos de las teorías de la conspiración.
Su cruzada por difundir el bulo del Bar España le ha costado una petición de pena de siete años y medio de cárcel por parte de la Fiscalía. Además, el Juzgado de Primera Instancia número 4 de Castelló ya condenó a la difusora de bulos por intromisión ilegítima del derecho al honor de una magistrada reiteradamente perseguida por los propagadores que se sentarán en el banquillo de los acusados. Con este panorama, Baselga se ha refugiado en su canal de Telegram, que reúne a más de 15.000 seguidores. Si en televisión la mujer matiza —a su manera— sus polémicas declaraciones, en la popular aplicación de mensajería rápida comparte (sin freno) chaladuras y conspiraciones de lo más variadas.
El director del programa, Eurico Campano, calificó de “absolutamente lamentables” las referencias a la supuesta transexualidad de la esposa de Pedro Sánchez por parte de su “colaboradora”, aunque también apostilló que el apelativo “Begoño” es “moneda corriente en las redes sociales”. Más grave aún, en “terrenos mucho más pantanosos”, Baselga “deslizaba insinuaciones acerca de presuntas relaciones con organizaciones delictivas”, lamentaba Campano.
La cadena, según un comunicado leído por el presentador el pasado 29 de noviembre, pidió a Pilar Baselga que remitiera un video para que “matice o rectifique” sus increíbles palabras. La disculpa de la propagadora de bulos empieza con una mínima asunción de responsabilidades, a medias: “Ha sido un error por mi parte interpretar las informaciones que se están difundiendo por diversas redes sociales de medios españoles”.
Pilar Baselga lamenta que sus palabras fueron “malinterpretadas”. “Nunca ha estado en mi intención ofender a nadie puesto que la transexualidad ha estado presente en mi círculo familiar desde hace casi 20 años”, afirma la mujer, que precisa que “esta persona” fue “plenamente aceptada” en su familia. “De ahí mi sorpresa”, abunda, “cuando constato que decir que alguien podría ser transexual se considera una injuria, una difamación [o] una calumnia”.
Las disculpas dan un sorprendente giro final: “Es decir, que me cuesta entender que se considere vergonzante y ominoso ser transexual. Esta reacción, en mi opinión, es retrógrada, totalitaria y lamentable. Además de vulnerar el principio de igualdad (...). Mando mi saludo cordial a todas las personas que por su transexualidad han tenido que vivir ocultándolo, han sufrido muchísimo por este rechazo visceral e insolidaridades con la diferencia, tal y como ha ocurrido conmigo”. Un usuario de Youtube resume divertido en un comentario al video: “Le recuerda al señor Begoño que no debe ocultarse ni sentirse ofendido por su verdad”.
Sin embargo, su supuesto compromiso con el colectivo trans emitido el 29 de noviembre en Distrito TV contrasta con los mensajes que cuelga, apenas dos días después, en su canal de Telegram, un auténtico refugio para su frenética difusión de bulos.
Tras colgar una fotografía de Begoña Gómez, la difusora de bulos critica que le resulta “contradictorio” que los mismos que “normalizan, dan privilegios y protagonismo a los trans”, por otro lado “lo ocultan porque se avergüenzan de ello”. “Son trans tránsfobos”, apostilla. Baselga asegura, usando un indeterminado plural, que “viven en una mentira de tal tamaño que se enredan en ella y quedan atrapados”. Y concluye: “Les compadezco”. Ese mismo 1 de diciembre, casi a medianoche, cuelga un video de la presidenta de Nueva Zelanda en la misma línea del bulo sobre la transexualidad de la esposa de Pedro Sánchez.
Una somera sesión de buceo en los mensajes de su canal de Telegram revela el variado elenco de asuntos que cautivan a Pilar Baselga: el mismo día recomienda escuchar a Isabel Díaz Ayuso, cuelga un video del nazi Pedro Varela (condenado varias veces), afirma que las cartas bomba contra embajadas ucranianas son atentados de “falsa bandera” y advierte de que “la agenda jazara satanista sigue su camino”.
En su canal de Telegram, Pilar Baselga reenvía a sus más de 15.000 seguidores mensajes del “juez Fernando Presencia” (en realidad fue expulsado de la carrera judicial por el Tribunal Supremo tras ser condenado por un delito de prevaricación), del periodista Julio Ariza, del conocido propagador de bulos Alvise Pérez (también condenado) y, de propina, comparte tuits de la agitadora ultra Cristina Seguí. Éramos pocos y parió la abuela.
El mismo día que elDiario.es publicó que la Fiscalía le pide siete años y medio de prisión, Baselga escribe: “Quisieron aplastarme con sus insultos por decir verdades ya publicadas”. Y también advierte: “Si me demandan será un escándalo porque sacaremos toda la información ocultada y no les conviene porque, al haberme hecho famosa, tendría mucha repercusión”. Por el contrario: “Si no me demandan será reconocer que dije la verdad”. “Win win”, apostilla con optimismo.
2,4 millones de euros de responsabilidad civil
El escándalo de sus declaraciones en Distrito TV sólo ha sido un bache. “Millones de personas en el mundo entero” la conocen, asegura en su refugio de Telegram. La mujer, aparentemente, permanece ajena a la causa contra los propagadores del bulo del Bar España, en la que el Ministerio Fiscal le pide una pena de siete años y medio de prisión por los presuntos delitos continuados contra la integridad moral y de calumnias e injurias con publicidad contra autoridad y funcionario y contra particular.
En el analógico mundo de la justicia no hay trampa ni cartón. El auto de apertura de juicio oral, dictado por la titular del Juzgado de Instrucción número 5 de Castelló requiere a los nueve acusados, incluida Pilar Baselga, una responsabilidad civil de 2,4 millones de euros.
El escrito de acusación de la Fiscalía pide que se solicite a la Agencia Española de Protección de Datos que se dirija a “todos los servicios de la sociedad de la información” para bloquear en la red los descabellados contenidos relacionados con el Bar España en los que se refieran a los perjudicados por el bulo, entre los que figuran personajes tan diversos como el expresidente de la Diputación de Castelló Carlos Fabra, el expresidente valenciano Francisco Camps o la ex vicepresidenta Mónica Oltra, entre otros.
A la espera del juicio, para el que aún no hay fecha, Pilar Baselga sigue a lo suyo en Telegram. “La moda está en manos de satanistas que quieren la perversión de la humanidad”, alerta en uno de sus últimos mensajes.