La tensión política alentada por el PP y el Consell después de que la Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL) equiparara valenciano y catalán en su diccionario normativo ha sido aprovechada por unos desconocidos para hacer pintadas amenazantes en el domicilio de Ramon Ferrer, presidente de la institución.
La fachada de su domicilio ha sido ensuciada con pintadas: “Ramon Ferrer catalanista” y “Academia Valenciana de la Llengua derogació” se dice en una proclama firmada en nombre del Grup d´Acció Valencianista (GAV), una asociación que dice defender las señas de identidad valencianas marcada por su anticatalanismo y su participación en acciones intimidatorias y en algunas ocasiones violentas.
Últimamente, miembros del GAV han increpado a Enric Morera, líder de Compromís, acusándole de “catalanista” e intentaron reventar un concierto en Picassent del cantautor Pep Gimeno “Botifarra”. El GAV nació en 1997, al calor de la llamada Batalla de Valencia, el conflicto azuzado por la derecha en la transición en torno a los símbolos –estatuto, himno, bandera..- de la futura autonomía valenciana.
Varios partidos de la oposición se han solidarizado con Ramon Ferrer, doctor en Historia y nacido en Vila-real, miembro de la AVL, a propuesta del PP, desde su creación, en 1998.