La investidura de Ximo Puig este miércoles -se podría realizar en segunda vuelta en los próximos dos meses- se complica todavía más. Los negociadores de Unides Podem se han levantado de la mesa negociadora a las 13:30 horas de esta martes al no mostrarse conforme con las competencias cedidas por PSPV y Compromís para sus dos consellerias que les corresponden.
La coalición entre las fuerzas de izquierda pretende la competencia de Transición Ecológica, ahora en manos de Compromís. La ruptura no es definitiva puesto que los propios negociadores han asegurado que se marcha “hasta que haya posibilidad de hablar”.
Fuentes de la negociación han explicado que Unides Podem han emplazado a PSPV y Compromís a hacerles una propuesta: “No nos han aceptado nada de lo que proponemos y el lunes ya perdimos todo el día en el mismo punto”. Sobre la vicepresidencia para la coalición electoral de izquierdas, tampoco ha quedado cerrado nada sobre la mesa.
Los morados y EUPV esperarán a esta tarde a recibir una propuesta para someterla a sus bases. “Nos piden entrar en el Gobierno, pero no quieren darnos poder de decisión”, apuntan fuentes de los negociadores.
De momento, Unides Podem tiene seguro que tendrá dos conselleries, una de Vivienda -competencia cedida por el PSPV- y otra de Calidad Democrática, cedida por Compromís y que tendrá Transparencia y Cooperación Internacional.
Las negociaciones se encallaron el lunes por la mañana cuando PSPV y Unides Podem se unieron para que Compromís cediera Transición Ecológica, a lo que la coalición se niega puesto que sería vaciar la mitad de competencias de la Conselleria de Medio Ambiente.
La presión de Unides Podem también se entiende en buscar acomodo a Julià Álvaro, el que fuera secretario autonómico de Medio Ambiente con Compromís. Álvaro se pasó a Podemos y concurrió en la lista morada, no consiguiendo acta por los malos resultados. Fuentes de la negociación desmienten esta versión: “No está ni ha estado encima de la mesa nunca”. Darle Transición Ecológica a Álvaro es una línea roja que Compromís no quiere rebasar.