Todo por la política: un catedrático de medicina empieza en el PSOE, pasa por Podemos y acaba con IU
Javier García-Conde es un médico de gran prestigio que, a sus 74 años, ya jubilado, ha volcado su pasión en la política. En 2014 se afilió al PSPV-PSOE de Cullera (Valencia), su residencia. Desencantado se unió al fenómeno Podemos, donde no fue elegido para la dirección autonómica. Finalmente, concurrirá a las elecciones municipales de su municipio, en coalición con Esquerra Unida, bajo las siglas de Democracia Participativa, un partido-herramienta que sirve de paraguas jurídico para los ciudadanos que quieren presentar candidaturas electorales.
El agitado periplo de García-Conde se ha producido en poco más de un año. Fuentes del PSPV-PSOE de Cullera aseguran que abandonó el partido “cuando se dio cuenta de que no podía mangonear”. Más tarde, dejó Podemos tras concurrir a las elecciones al consejo ciudadano de la Comunitat Valenciana con la corriente crítica, Entre Tots Podem. Se quedó fuera –otros 50 candidatos obtuvieron más apoyos- pese a conseguir 1.593 votos. Esta es su vídeo-presentación para aquellas primarias.
La aventura de Podemos no desgastó al médico, que lo volverá a intentar en Cullera. Lídera Democracia Participativa, un partido instrumentral para “hacer una política transparente, justa y que la ciudadanía participe en la toma de decisiones”. Esta formación acudirá a las elecciones de Cullera, donde gobierna el PP, en coalición con Esquerra Unida. García-Conde pretende, entre otras cosas, aportar “transparencia en las instituciones, una sanidad y educación pública, una gestión competente y eficiente prescindiendo de asesores y retribuciones excesivas en plenos, consejos y comisiones, como responsabilidad ante la situación de crisis y desigualdad actual”.
Un currículo extraordinario
García-Conde tiene una trayectoria profesional notable. Licenciado en medicina por la Universidad de Valencia, doctorado en la de Bolonia y con formación en centros de París, Houston o Nueva York, ha sido catedrático en las universidades de Valladolid, Santiago de Compostela, Santander y Valencia, donde dirigió el Hospital Clínico, en el que tenía plaza como jefe de hematología y oncología.
Allí, en 2005, fue suspendido durante seis meses por las quejas de 13 de los 15 profesionales del servicio. En una carta, le acusaron “de ejercer diariamente una descalificación profesional y personal sistemática e indiscriminada contra los facultativos de este servicio y médicos residentes”. Si, tras su paso por el PSPV y Podemos, García-Conde consolida ahora su incursión en la política, deberá tener mano izquierda para evitar conflictos de esta naturaleza.