Durante esta útlima semana tres alcaldes del PP de ciudades medias han sido imputados por diferentes casos: Lorenzo Agustí (Paterna), por prevaricación; Ernesto Sanjuán (Cullera), por imprudencia en un incendio; y Óscar Clavell (la Vall d'Uixó), por malversación. Pero al contrario que los políticos de las Corts o los que se encuentran dentro del organigrama de la Generalitat, estos no se ven amenazados por las 'líneas rojas' que ha trazado Alberto Fabra.
El escalafón más fácil para Fabra son los cargos internos de la Generalitat, que como puestos de designación se otorgan con la misma facilidad que se quitan. Aquí ha habido depuraciones por las imputaciones judiciales, aunque hay casos y casos, por ejemplo el de Lola Johnson, imputada por la gestión de RTVV y que cesó en su cargo de secretaria autonómica de Comunicación, cargo para el cual todavía no se ha nombrado a nadie; preguntada la portavoz del Consell, María José Catalá, por este vacío siempre contesta que es un nombramiento que sólo compete al President, muchos ya piensan en que Fabra aguanta hasta una posible 'desimputación' de su gestora de imagen.
El terreno pantanoso empieza ya en las Corts, donde presionando adecuadamente Fabra ha conseguido la dimisión de diputados como Angélica Such y podría estar preparándose el terreno para una posible imputación del mismo presidente de la cámara, Juan Cotino. Pero hay paradojas como las de las alcaldesas de Alicante, Sonia Castedo, y de Novelda, Milagrosa Martínez, que han renunciado a sus actas de diputadas, pero no a las de concejalas en sus ayuntamientos.
El argumento que usa el Consell para dejar tranquilos a los alcaldes es que ellos son los dueños de sus actas, y no lo es el partido, pero en idéntica situación están los diputados, que también son los dueños de sus actas, y aquí el PP sí que actúa, no retirándole su escaño (porque no puede), pero sí puede expulsarles como hizo con Rafael Blasco (aunque en este caso por causas ajenas a su imputación por la que finalmente ha sido condenado).
De momento Alberto Fabra todavía mantiene a 4 imputados en sus escaños (Ricardo Costa, Vicente Rambla, David Serra y Yolanda García) porque la línea roja es que la imputación se mantenga en el juicio oral, y en estos casos todavía se halla en fase de instrucción, con lo que la espada de Damocles todavía pende sobre ellos. Y también tiene imputados, además de los ya mencionados, los alcaldes de Castellón, La Cañada, Benicàssim, Elda, Algorfa, Torrevieja, Carcaixent, Jacarilla i Callosa del Segura, pero con estos no hay tal amenaza.
La última fase para la limpieza que en teoría pretende hacer Alberto Fabra será la fase previa a las elecciones municipales y autonómicas de mayo de 2015, cuando según ha dicho el President, no habrá imputados en las listas electoral. Esta es una filosofía no compartida por todos, como ya dijo en su día el presidente de la Diputación de Valencia, Alfonso Rus, porque la limpieza “ya la harán los jueces”.