“La Justicia demostrará que esa, que era una persona de mi confianza, si ha hecho esto, puede haber engañado a cualquiera”. Así se refería Alfonso Rus, presidente de la Diputación de Valencia y del PP provincial, a Marcos Benavent, ex gerente de Imelsa (empresa pública de la corporación provincial) presunto organizador de una trama corrupta, y ex concejal del PP en Xàtiva (ciudad de la que es alcalde Rus desde 1995). Pero si Rus afirma haber sido “engañado” por esta persona, que desde principios de año se encuentra en paradero desconocido, el dirigente del PP también ha tenido otras amistades peligrosas, reconocidas hasta cuando han sido condenadas por la justicia por corrupción.
Alfonso Rus así mostró siempre una estrecha relación con Rafael Blasco, el otrora hombre fuerte de Eduardo Zaplana y Francisco Camps dentro del gobierno de la Generalitat, fue compañero de Rus en su estrategia política de cultivar apoyos pueblo por pueblo en la provincia de Valencia. Juntos solían organizar durante los fines de semana desayunos con alcaldes, concejales, militantes y simpatizantes por todas las comarcas valencianas, y se les vio frecuentemente también en actos privados.
Pero Rafael Blasco fue condenado a 8 años de prisión por el conocido como 'Caso Cooperación', por haber desviado 1,8 millones de dinero público destinado a cooperación para comprar inmuebles. Pese a esta condena Alfonso Rus hizo alarde de amistad con Blasco afirmando que la condena era “muy dura”.
Alfonso Rus también ejerció de 'amigo' con el también condenado por corrupción ex alcalde de Torrevieja, Pedro Hernández Mateo. Así afirmó que “no es ningún delincuente”, pese a sus dos años de condena en prisión, y firmó la iniciativa que muchos compañeros del PP respaldaron en las Corts Valencianes de pedir el indulto para Hernández Mateo. No obstante Rus tuvo una relación un tanto especial con el ex edil de Torrevieja, como se pudo escuchar en una conversación grabada en la que vinculaba a Hernández Mateo con la mafia rusa.
Pero el presidente de la Diputación de Valencia también tuvo elogios para su ex colega Carlos Fabra, presidente de la Diputación de Castellón. Así Alfonso Rus en un acto del PP afirmó que “yo de mayor quiero ser Carlos Fabra”, mostrando así uno de sus referentes dentro del partido. Fabra acabó siendo condenado por delitos fiscales a 4 años de prisión.
Otra amistad que le ha comportado a Rus más dolores de cabeza ha sido el exvicepresidente de la Diputación de Valencia y exalcalde de Manises, Enrique Crespo, por el 'Caso Emarsa' en el que se investiga el saqueo de casi 24 millones de euros de la empresa depuradora de aguas residuales de valencia y que presidía el propio Crespo. Cabe recordar también que Crespo podría haber hecho todavía más rico a Rus ya que la Lotería de Navidad dejó en 2011 un segundo premio en la agrupación local del PP, y el alcalde de Xàtiva habría sido agraciado con 625.000 euros.
Alfonso Rus dentro del PP ha sido una de las voces más destacadas que ha discrepado con las “líneas rojas” de Alberto Fabra que marcaba como límite para seguir en un cargo público la apertura de juicio oral, mientras que Rus afirma que estar imputado no significa ser culpable, y que así “la limpieza la harán los jueces”. No obstante de Rus también se le conoce una frase que ha repetido frecuentemente: “al político que le pillen robando hay que cortarle la mano, como hacía Jomeini (Ayatolá islamista radical que gobernó Iran durante los años 80)”. Ahora sobre Rus planea una presunta grabación en la que podría estar contando dinero de comisiones, no obstante él lo niega todo y advierte que “no voy a dimitir aunque Fabra me lo pida”.