Las prioridades de los ciudadanos valencianos en la última fase de la pandemia son el desempleo, la situación de la Sanidad, la recuperación económica y el coste de la vida elevado (en referencia a los precios), que han desplazado a la política y a la corrupción como principales problemas percibidos. El último barómetro de la Generalitat Valenciana, el primero que ejerce como termómetro social durante la pandemia, apunta que a la ciudadanía le preocupa la coyuntura socioeconómica y a su vez reclama un Estado fuerte para hacerle frente.
El estudio que ha presentado este jueves la directora general de Análisis y Políticas Públicas, Ana Berenguer, señala que la crisis sanitaria ha incrementado el apoyo al blindaje de las políticas del Estado del Bienestar, especialmente a las que se refieren al sistema sanitario público. El 46% de los encuestados cree que la prioridad máxima en la estrategia de recuperación referente a Sanidad debe ser incrementar las plantillas, el 75% considera que el Estado debe ser el responsable del bienestar de toda la población y el 48% que debe mejorar el nivel y calidad de los servicios públicos. Si las administraciones se vieran obligadas a reducir el gasto en servicio públicos, un 98,6% estaría en contra de que se hicieran en Sanidad. Tampoco apoyarían un recorte en educación (97%), políticas de empleo (94,7%), servicios sociales (94,6%) ni investigación científica (93,9%).
Pese a que los ciudadanos reclaman en numerosas respuestas un refuerzo del Estado del Bienestar, no asocian ese refuerzo a la financiación autonómica: solo el 1,2% la marca entre las tres cuestiones prioritarias. Sanidad, Educación, Vivienda, Servicios Sociales, Infraestructuras superan con creces las preocupaciones; todas ellas dependen de los recursos públicos. La encuesta también indica que, en el ámbito de la gestión administrativa, debe ser una prioridad la desburocratización y la accesibilidad en los trámites.
Polarización y diálogo
El barómetro de la Generalitat Valenciana muestra una preocupación notable por la polarización política por parte de la ciudadanía, que hace una llamada a las instituciones y partidos hacia el diálogo social.
Más de un 60% de los 4.000 ciudadanos encuestados consideran que la situación política en la Comunitat Valenciana se encuentra polarizada, un porcentaje que aumenta hasta el 80% cuando se pregunta por la misma situación a nivel nacional. En términos generales, la ciudadanía valenciana cree que el contexto en la autonomía es mejor que en el conjunto del Estado. La población encuestada cree que ha aumentado el grado de polarización en el último año, marcado por la pandemia, que ha afectado al clima político. Un 30% considera que ha aumentado mucho en España y un 35% que bastante, porcentajes que se reducen en el ámbito autonómico hasta el 18 y 29%, respectivamente.
En la encuesta, el 60% de los interpelados responden afirmativamente que los políticos “deberían esforzarse por alcanzar acuerdos, aunque ello implique renunciar a algunas de sus ideas”, en reclamo a un mayor diálogo social para la resolución de los problemas. Las cualidades mejor valoradas para un gobernante son la honradez, transparencia y preparación y capacidad para gestionar, según el barómetro, en el que un 30% de los encuestados considera que ningún partido político es cercano a sus ideas, el mayor porcentaje de respuesta respecto a todas las siglas disponibles en las elecciones.