“Ni un euro de los valencianos” se destinó a pagar los regalos de Feria Valencia. Es el discurso que sostiene Belén Juste, la exdirectora general de Feria Valencia entre los años 2000 y 2006. Juste, quien también fueconsellera de Turismo e Industria con el gobierno del PP, ha declarado este jueves en la comisión que investiga la gestión de Feria Valencia, que ha dejado un agujero de mil millones de euros en las arcas de la Generalitat.
Los regalos que la feria pagaba a cargos públicos, empresarios o directivos de otras entidades han centrado las preguntas de los diputados. Obsequios que iban desde en 800 euros en efectivo para una boda a bolsos de Louis Vuitton, Loewe y otras marcas de lujo, de los que Juste ha asegurado que estaban “contemplados en los presupuestos” y “nunca han sido recursos públicos”. “Eran de recursos propios de la gestión de la feria y estaban presupuestados”, ha remarcado. “Si hubiera querido ocultar algo, usted no lo estaría leyendo”, ha respondido a la diputada de Compromís, Teresa García, después de que esta enunciara algunos gastos de la tarjeta de crédito con la que operaban los directivos de Feria Valencia.
“Ningún obsequio con dinero con público y todos los regalos tenían un carácter finalista. No había forma de que los recursos públicos se juntaran con los privados”, ha insistido la exdirectora general. El dinero para regalos era privado; la deuda obedece a la ampliación, ha señalado en numerosas ocasiones la exresponsable, que considera que insinuar que con los regalos se pagaban los trabajos en feria es “un insulto para la institución”.
En este sentido, ha indicado que las 50 cestas de Navidad que se enviaban se hacía en un contexto “distinto al que hay hoy” y las listas de las personas a las que se mandaban los presentes llegaban desde los comités de los certámenes. “El 80% de los regalos que hicimos era porque las ferias entendían que teníamos que hacerlo. No hemos ocultado nada porque esos regalos tenían nombre y apellidos”, ha remarcado, al tiempo que ha insistido en que esto era una práctica “habitual antes y durante” su etapa y que acabó con la crisis.
Los gastos de las tarjetas, controlados
También, ha defendido que el departamento financiero era el que controlaba los gastos de las tarjetas de los directivos y los viajes se realizaba por cuestiones de promoción. “Sabíamos a lo que íbamos”, ha incidido.
Juste llegó a la dirección de la feria en 1999 desde Madrid con el objetivo de poner en marcha el proyecto de ampliación y modernización, que “ya estaba decidido”, así como para gestionar el recinto y los certámenes que se celebraban.
Por otro lado, Juste ha justificado la ampliación por la necesidad de ampliar metros para incrementar negocio y expositores y, en este punto, ha indicado que si la Feria se quedaba como estaba en el 2000, “hoy no existirá esa institución”. Así, ha explicado que las obras se fueron haciendo por fases a lo largo de varios años por lo que era “difícil” prever las necesidades o los posibles cambios de normativa, por lo que posibles incrementos de las obras “no se podían contemplar” en el proyecto inicial.
“Es difícil planificar en el año 2000 una normativa de 2002. Era imposible preverlo por nadie y por eso son modificaciones y anexos y no sobrecostes”, ha puntualizado.
Alberto Catalá: “todo pasaba control presupuestario”
El expresidente del Comité Ejecutivo de Feria Valencia durante los años 1999-2013, Alberto Catalá también ha comparecido en la sesión de este jueves en las Corts.
Catalá ha negado este jueves que la institución fuera un instrumento del PP y de Orange Market -como le ha acusado el diputado del PSPV José Muñoz-, ya que la institución “seguía su rumbo” que estaba marcado por los órganos de gobierno.
Catalá ha negado que se acometieran ciertas obras de la ampliación por compromisos electorales, sino que era “una necesidad del plan de negocio”. También ha comentado que la contratación de Orange Market para la realización de algunos trabajos fue porque era la mejor compañía de comunicación y marketing de València“, por lo que se le calló ”el mundo a los pies“ cuando saltó el caso Gürtel y se detuvo a los principales dirigentes de la empresa.
En este punto, ha defendido que al PP por la celebración de su Congreso Nacional de 2008, en el que se aupó a Mariano Rajoy, “no se le perdonó nada” y desde “el minuto uno” se reclamó el pago del evento. “He tenido reuniones en Madrid muy violentas. Peleamos mucho por conseguir la factura”, ha subrayado.