El Gobierno valenciano comenzará en 2022 una de las mayores promociones de vivienda pública hasta la fecha. La Conselleria de Vivienda y Arquitectura Bioclimática gestionará 55 millones de euros procedentes de los fondos Next Generation para la movilización de suelo público para alquiler social o asequible.
El presupuesto se traduce en la construcción de 2.400 viviendas, al margen de otras partidas que la conselleria introduzca en sus presupuestos, como las propuestas de las líneas participativas. El resultado de las consultas ciudadanas, un proyecto piloto de la Conselleria de Hacienda y la de Participación, implica una inyección de 14 millones de euros al departamento que coordina Héctor Illueca para la compra y rehabilitación de edificios destinados a vivienda para jóvenes.
Los objetivos que Bruselas marca a España, en el marco del plan de recuperación y resiliencia, son la construcción de 20.000 viviendas de alquiler social hasta 2030 y la rehabilitación 1,2 millones en el mismo periodo, con una cuantía global de 6.820 millones de euros. Por peso poblacional, la equivalencia valenciana ronda las 2.000 viviendas de nueva construcción y la rehabilitación de cerca de 17.000.
La Generalitat recibirá una partida de los fondos Next Generation EU con tres condicionantes: que se movilice suelo público -autonómico o municipal-, que las viviendas se destinen a alquiler social o asequible durante al menos 50 años y que se construyan con criterios de eficiencia energética. La autonomía cuenta con 4,7 millones de metros cuadrados para edificar.
El vicepresidente segundo y conseller de Vivienda de la Generalitat Valenciana, Héctor Illueca, apuntó este miércoles en su primera comparecencia en el parlamento autonómico que la edificación contará con la colaboración con agentes privados y cooperativistas. En paralelo, su departamento gestionará 124 millones de euros de los mismos fondos en las próximas cuentas para rehabilitación y regeneración urbana, “la mayor cifra destinada por la Generalitat”
El dirigente de Unides Podem apuntó que los jóvenes “se encuentran atrapados en un cruce donde tienen que elegir entre tres caminos de desesperanza: compartir vivienda, una opción incompatible con cualquier proyecto de vida familiar autónoma, volver a casa de sus padres o dejarse la mayor parte del sueldo al pagar un alquiler, anulando toda capacidad de ahorro. Estos son los terribles resultados que obtenemos cuando aplicamos la lógica especulativa de las finanzas a un bien esencial como es la vivienda”. Por ello, el conseller de Vivienda defendió que las ayudas al alquiler se han incrementado un 64% en dos años.
Illueca defendió la gestión de su predecesor y las herramientas que comenzarán a aplicarse en lo que resta de legislatura, destinadas a movilizar el parque privado de vivienda, como el decreto de tanteo y retracto y el de movilización de viviendas deshabitadas. El Ejecutivo ha puesto en marcha un registro de inmuebles que se convertirá en un portal inmobiliario para particulares y forzará a los grandes tenedores -de 10 viviendas en adelante- a sacar al mercado las viviendas vacías.