El PP valenciano fija la rebaja de impuestos como una de las primeras medidas a adoptar en la Generalitat Valenciana. El líder del PP y futuro presidente del Consell en coalición con Vox, Carlos Mazón, ha reiterado su voluntad de aplicar una modificación de los impuestos vigentes “con urgencia” porque “la gente no aguanta más”.
Una de las propuestas estrella de los populares valencianos es una reforma que beneficiará a las rentas más altas y a la minoría que tributa en la Comunitat Valenciana ante lo que han denominado “el infierno fiscal”. El PP lleva en su programa una bajada en todos los tramos autonómicos del IRPF, una cuestión que, dada la progresividad de este impuesto, termina beneficiando más a las rentas más elevadas. La reducción planteada supone un alivio del 5% para las grandes fortunas y de apenas un 0,25% para las rentas más bajas.
El programa económico aboga por “humanizar” los impuestos “haciendo prácticamente desaparecer el impuesto de sucesiones y donaciones” y reduciendo el impuesto de transmisiones patrimoniales. El partido conservador aduce que la Generalitat Valenciana ha recaudado de más por la inflación y que puede permitirse ese recorte de ingresos. En el documento vinculan las medidas fiscales con la situación económica valenciana y aseguran que la competitividad empresarial es más baja, igual que la productividad.
En 2022 las arcas públicas valencianas recaudaron 326.090.080 euros por el impuesto de sucesiones; 27.217.660 euros en donaciones; y otros 198.413.130 euros gracias al impuesto sobre el patrimonio, al que deben hacer frente aquellas personas que tienen un patrimonio superior a los 500.000 euros, sin contar la vivienda. La eliminación del impuesto de patrimonio beneficiaría a las 26.767 personas de rentas más elevadas; es decir, al 0,53% del total de la población. En lo relativo a las herencias, solo pagaron este tributo el 12,30% de quienes heredaron y apenas el 3,85% de ellos tuvieron que hacer frente a abonos superiores a los 5.000 euros.
Pese a estas cifras, Mazón justifica la reforma como una “ayuda” a las clases más desfavorecidas. “Vamos a una gran rebaja fiscal para ayudar a los que más lo necesitan, de manera urgente. Hay mucha gente que no llega a fin de mes, porque estamos en un momento en el que la inflación, los precios y la cesta de la compra son inasumibles”, ha expresado este jueves en Alicante.
Mazón ha afirmado que aplicará su reforma fiscal “con urgencia, porque la gente no aguanta más”. En este sentido, ha añadido que también será “importante” para la competitividad y la creación de empleo, pero ha asegurado que su “prioridad” son los salarios más bajos y ha lamentado que hay “más de un millón de personas en la Comunitat Valenciana en el umbral de la pobreza”.