La eurodiputada de Ciudadanos Carolina Punset ha criticado este lunes la “desmedida” ambición del líder de su partido, Albert Rivera, por llegar a lo más alto en su formación y para “ser presidente del Gobierno” y ha advertido que aunque ella no la comparte no por ello está “menos legitimada”. Así, ha defendido su derecho a cambiar las cosas “desde dentro” y ha subrayado que ha dado “la cara por el partido cuando nadie creía en él”.
“El señor Rivera tiene una ambición muy legítima pero absolutamente desmedida de ser presidente desde que era muy joven, de su partido y del Gobierno, ya desde hace unos cuantos años”, ha censurado Punset, quien ha dicho no compartir esa ambición.
“Entiendo la política de otra manera, desde el activismo, desde cargos institucionales más modestos y eso no me resta legitimidad para decir verdades del barquero”, ha añadido en declaraciones a esRadio.
En la misma línea, ha asegurado que no tiene intención de abandonar la formación, pero que “nadie, ni siquiera el señor Rivera” le va a decir cómo debe actuar por cambiarla, algo que pretende conseguir “luchando desde dentro”. Así, aunque ha expresado su deseo de que existiese una candidatura alternativa a la de Rivera, ha admitido que no lo cree posible debido al funcionamiento del aparato su partido, que funciona como el del resto a pesar de hacerse llamar de “nueva política”.
Los “mismos trucos”
En este sentido, ha criticado que algunos cargos públicos de su partido “utilizan las listas de los afiliados, en contra de la Ley de Protección de Datos”, para llamarles. “Al final son lo mismos trucos”, ha lamentado Punset, que ha respondido a las críticas de Rivera -que le ha llamado “comentarista” y le ha recriminado no conseguir compromisarios- que en la Comunitat Valenciana se han conseguido casi un 20% más de compromisarios pese a tener a “casi todo el aparato del partido en contra”.
Punset considera que “el aparato, por desgracia, se va a imponer de una manera abrumadora y utilizando tácticas rastreras”, como el voto electrónico, que ha criticado por su falta de fiabilidad ya que “no asegura ni siquiera el voto secreto”. “Conozco a trabajadores del partido que no están de acuerdo con las listas oficialistas y han votado en ellas porque saben que el voto electrónico llega a la central del partido, perderían su puesto de trabajo”, ha asegurado.
Igualmente, ha criticado también la organización de la formación naranja, a la que acusa de prohibir a los cargos públicos reunirse con los representantes de las comunidades autónomas para mantenerles “desconectados”.
El PP, una máquina de matar
También ha hecho hincapié en el “fraude electoral” que ha supuesto la actuación de Ciudadanos al convertirse en una “marca blanca del PP”. Según ha explicado, “no es ni responde” a lo que el partido pretendía en sus comienzos, ni tampoco a sus estatutos ni “al espíritu” que lo propulsó.
Ha calificado la actuación de Ciudadanos como “un error estratégico” al posicionarse como un partido liberal cuando “ya existe un partido liberal muy fuerte en nuestro país”, según ha dicho, haciendo referencia al PP.
En este sentido, Punset ha asegurado que el PP es “una máquina de matar” ya que es “un partido muy fuerte” con el que Ciudadanos no ha ganado ventaja a pesar de “ese entreguismo” con el que se ha “lanzado a la piscina” apoyándole.
Ha asegurado que los populares se están recomponiendo “más rápido de lo esperado” y que, a pesar de tener a un Mariano Rajoy “absolutamente quemado” al frente, tienen un “recambio” de figuras con “muchísimo atractivo” que puedan considerarse liberales y de centro derecha, haciendo alusión a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes.
Hace falta una “izquierda no reaccionaria”
Ha insistido en que lo que hace falta es una “izquierda no reaccionaria que no esté vendida a los nacionalismos” y ha recalcado que el “vacío electoral” se sitúa en los votantes de centro izquierda. A su juicio, “excluirlos” es un “error catastrófico y monumental” ya que “no hay izquierda solidaria” en España, sino “reaccionaria que apoya los nacionalismos”.
Finalmente, ha calificado los proyectos nacionalistas de no ser “igualitarios” ya que “crean diferencias en el acceso al poder y a los puestos de trabajo en base a una cuestión tan coyuntural y absurda como el lugar donde uno ha nacido o la lengua que uno habla, cuando existe una lengua común a todos los españoles”.