Algunas lagunas históricas en el discurso del alcalde
¿De quién habló el alcalde de Calp?
José Calvo Sotelo (Tuy, 1893, Madrid 1936) fue ministro de Hacienda durante la dictadura de Primo de Rivera. Al principio de la II República se exilió para evitar ser juzgado pero aún así resultó elegido diputado durante todas las legislaturas y regresó al país tras una amnistía en 1934. Lideró Renovación Española, fuerza que abogaba por la instauración de una monarquía de corte autoritario.
En el tenso periodo acaecido entre febrero y julio de 1936, Calvo Sotelo protagonizó una serie de airados debates en las Cortes en los que reclamó la intervención del Ejército para reinstaurar el orden público bajo el gobierno del Frente Popular, lo que le convirtió en una figura tan popular como controvertida.
El 12 de julio de 1936, pistoleros falangistas asesiaron a José Castillo, teniente de la Guardia de Asalto y militante socialista. Aquella noche, policías compañeros de Castillo y miembros de las milicias socialistas se concentraron para clamar venganza por este y otros asesinatos cometidos por derechistas. Y exigieron al ministro de Gobernación, Juan Moles, la detención de los líderes falangistas.
Ahora bien, a diferencia de lo que sostuvo en el último pleno el alcalde de Calp, Juan Moles no pertenecía al PSOE sino a la Unión Federal Nacionalista Republicana. Además, Moles aceptó que se realizaran esas detenciones pero siempre y cuando esas personas fueran entregadas a la “autoridad competente”.
El 13 de julio, policías y milicianos intentaron detener sin éxito a varios líderes de la derecha que se hallaban ausentes de Madrid, hasta que llegaron al domicilio de Calvo Sotelo. Lo sacaron de su casa, lo introdujeron en una camioneta y allí uno de los milicianos lo asesinó de cuatro tiros.
Según prestigiosos historiadores, destacados líderes del PSOE de la época como el diputado socialista Juan Simeón Vidarte, el editor del diario El Socialista, Julián Zugazagoitia, o el propio Indalecio Prieto, se mostraron horrorizados ante aquel crimen y lo condenaron. También se dieron cuenta de que el asesinato iba a desencadenar el golpe militar que llevaba tiempo preparándose contra la República.
Efectivamente, aquel suceso tuvo un hondo impacto entre la clase media española y fue el que provocó que Franco se uniera al golpe que se desencadenaría el 18 de julio. Durante la dictadura franquista, Calvo Sotelo fue honrado como Protomártir de la Cruzada.