Esta misma semana, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, y el secretario de Estado, Antonio Beteta, daban a conocer los datos económicos de 2013 en los que se recogían el incumplimiento de seis comunidades del objetivo de déficit marcado por el Gobierno, entre ellas la Comunitat Valenciana, que finalizaba el pasado ejercicio con un déficit del 2,33%, siete décimas por encima del techo marcado por Madrid (1,6%).
Pese a esos datos, el conseller de Hacienda, Juan Carlos Moragues, sacaba pecho y aseguraba que la Valenciana es la región que más ha contribuido a la reducción del déficit de las comunidades autónomas y el vicepresidente del Consell, José Císcar, defendía también este viernes la gestión económica del Consell, “hay que valorar el esfuerzo realizado, con una reducción del gasto de unos 2.800 millones entre el 1 de enero de 2011 y el 31 de diciembre de 2013”.
Así, Císcar insistía en que esta reducción del gasto se ha realizado “sin que se note en Educación, Sanidad y Bienestar Social”, al tiempo que recalcaba que, pese al incumplimiento del déficit en esas siete décimas, “no va a haber ningún nuevo ajuste de calado que repercuta en los ciudadanos”.
En este sentido, el portavoz del Consell ha aseverado que el déficit existente “no es de gasto, sino de ingresos, por lo que se debe solucionar vía un mejor sistema de financiación autonómica”. Así mismo, Císcar ha defendido la exactitud de los datos de déficit ofrecidos por la Generalitat, “están supervisados y fiscalizados por la Intervención General de la Administración del Estado (Igae)”.
Críticas del PSPV
El secretario general del PSPV, Ximo Puig, ha reclamado al president Fabra, el cese del conseller de Hacienda “por incumplir el objetivo de déficit” para 2013, “maquillar las cuentas” para “ocultar al menos 300 millones de euros”, correspondientes a gasto corriente de diciembre sin contabilizar, y “esconder facturas en los cajones”.
Los socialistas han denunciado la “irregularidad muy sospechosa” que presenta la evolución del gasto corriente a lo largo del pasado ejercicio, en el que se “disparó” en febrero hasta un 25 por ciento respecto al mismo mes de 2012 y, en diciembre, bajó un 19 por ciento.
Según Puig, el hecho de que “toda la rebaja anual del gasto corriente se produzca curiosamente sólo en diciembre, evidencia que no lo han contabilizado correctamente y han intentado maquillar las cifras” para atenuar el incumplimiento del objetivo asimétrico fijado para 2013. “Son al menos 300 millones más de déficit”, ha recalcado.