Los grupos parlamentarios del Congreso de los Diputados han dado la bienvenida por tercera vez a la reforma del Estatuto de Autonomía de la Comunitat Valenciana para incluir la llamada 'cláusula Camps', que no se ha podido terminar de aprobar en las dos ocasiones anteriores por la convocatoria de elecciones y la disolución de las Cortes.
La iniciativa ha sido defendida por los tres portavoces elegidos por las Cortes Valencianas, que han pedido apoyo para que esta Comunitat tenga en su estatuto una cláusula que obligue al Estado a invertir en ella el equivalente a lo que representa la población valenciana.
Esta modificación del Estatuto ha llegado seis veces al Congreso de los Diputados, pero sin éxito. En cuatro de ellas, fue retirada del orden del día y en las dos últimas, se admitió a trámite pero al disolverse las Cortes por las elecciones ha sido necesario repetir el debate y la votación. Es lo que ha ocurrido este martes.
Fran Ferri, de Compromís, ha sido el primero en tomar la palabra y ha empezado bromeando con que, aun siendo diputado de otro parlamento, ha intervenido ante el Pleno del Congreso más veces que muchos diputados: con la de hoy son tres. Ha reivindicado por lo demás “inversiones justas para los valencianos” y ha acusado al Gobierno del PP de maltratar a su Comunidad. “El gobierno de Rajoy, en lo que respecta a los derechos de los valencianos, lleva en funciones desde el día que pisó La Moncloa”, ha añadido.
Por el PSPV, Manolo Mata, ha repasado sus tres intervenciones ante el Congreso. La primera, en una legislatura “agonizante”; la segunda, en otra “expectante” y la actual, en una legislatura “intrigante”. Pero ha asegurado que no se atiende las reclamaciones de la Comunitat Valenciana, que necesita ayuda “tras 20 años de régimen del PP”. “Los valencianos estamos despertando de una pesadilla horrorosa”, ha dicho, y la ha regalado a la presidenta del Congreso, Ana Pastor, el libro del periodista Víctor Maceda 'El despertar valenciano'.
La tercera representante de las Cortes en intervenir ha sido Isabel Bonig, del PP, que ha defendido que fue su partido el que impulsó esta reforma por una cuestión “de justicia”. “Los valencianos no venimos aquí a llorar, sino a pedir lo mismo que el resto de españoles”, ha dicho en un mensaje a sus compañeros hoy en la tribuna, donde ha cargado contra el PSOE por el actual sistema de financiación del que se queja el gobierno de Ximo Puig.
Gerardo Camps, exconseller valenciano y portavoz este martes del PP en el Congreso, ha criticado que PSOE, Podemos y Compromís censuren que esta reforma no se haya ya aprobado pero no apoyen la formación de gobierno y, por tanto, la continuidad de la legislatura que permita su aprobación. “Sin gobierno no hay legislatura, oposición ni revisión del modelo de financiación autonómica”, les ha dicho.
Julián López Milla, portavoz de los socialistas, ha repasado algunas cifras económicas que distancian a la Comunitat Valenciana de la media nacional, consecuencia ha dicho de la falta de inversiones del Estado y del sistema de financiación autonómica: “Contribuimos a sufragar, como si fuéramos ricos, los servicios que el Estado despliega en el conjunto de España”.
Advertencias al gobierno de Puig
La situación política nacional se ha colado también en este debate estatutario. Àngela Ballester, de Unidos Podemos, ha aprovechado su turno para hacerle una advertencia a Ximo Puig si el PSOE se abstiene en una nueva investidura de Rajoy y “facilita el camino de los corruptos otra vez a la Moncloa”. El PSPV gobierna en coalición con Compromís y con el apoyo de Podemos.
“¿Va a decantarse por facilitar el gobierno de quienes nos han negado una financiación justa? ¿Qué dirá cuando lleguen los nuevos recortes del señor Montoro?”, le ha preguntado al presidente valenciano. Julián López Milla le ha respondido en nombre del PSOE: “En esta Cámara todos tuvimos la posibilidad de elegir en marzo y cada uno optó por lo que optó”, le ha dicho, recordando que Podemos pudo apoyar a Pedro Sánchez para que fuera presidente del Gobierno pero votó en contra.
También Toni Cantó ha dirigido un mensaje a Ximo Puig por parte Ciudadanos y le ha recomendado que cambie de socios. “Deje a los que le nombraban la cal viva, a los que este domingo enviaban a sus huestes a Ferraz a pescar en aguas revueltas y a golpear a un PSOE que lo está pasando muy mal. Estamos dispuestos a apoyarles”, le ha dicho. Y ha preguntado al PP si estarían dispuestos a dar apoyo al PSPV si rompe su pacto, como se han ofrecido a hacer en Castilla-La Mancha tras abandonar Podemos al gobierno socialista de Emiliano García-Page.
Toni Cantó ha dedicado buena parte de su intervención a criticar a los llamados gobiernos del cambio en la Comunitat Valenciana y en especial a Compromís, al que le ha pedido que se “tome en serio” a los valencianos también con los cargos que elige. Por ejemplo, el consejero de Economía es profesor de griego de instituto, ha dicho. La alusión ha sido respondida por el portavoz de Compromís en el Congreso, Joan Baldoví, que le ha recordado a Cantó que también él ocupa escaño en el Congreso siendo actor. “Todos podemos ser diputados”, le ha dicho.
Joan Tardá, de ERC, ha denunciado la situación financiera de la Comunitat Valenciana y la deuda que en su opinión tiene con ella el Gobierno, “una deuda histórica porque los valencianos durante decenios han pagado más de lo que han recibido”. “Todos sabemos que los problemas nacen del PP, ha sido el brazo armado del sector expoliador, pero los socialistas consintieron un tanto”, ha añadido.
Encontronazo “por alusiones”
Joan Baldoví ha rechazado la intervención de la representante valenciana 'popular', Isabel Bonig, en defensa de la gestión del PP en su Comunitat. “De 2.500 millones de deuda a 42.000 gracias al PP, señora Bonig, gran transformación. Qué desvergüenza”, le ha dicho.
Sus palabras han enfadado al portavoz del PP, Rafael Hernando, que ha protestado porque a su juicio la intervención del valenciano había ido dirigida contra Bonig cuando ella no es miembro del Congreso. “Demuestra su bajeza”, le ha dicho al diputado de Compromís.
Baldoví ha pedido la palabra inmediatamente para reconocer que su intervención había sido “acalorada” tras escucharle a Bonig decir que el actual gobierno valenciano “está destruyendo el país”. “Y eso no lo soporto”, ha añadido.
Entonces ha reclamado también hablar Iñigo Errejón, portavoz de Unidos Podemos, que también se había sentido aludido por Bonig, pero la presidenta del Congreso no le ha dejado continuar y ha pedido a los grupos que defendieran su postura en el turno de portavoces.
Pero el portavoz socialista, Antonio Hernando, ha reivindicado igualmente la palabra, pero no para responder a Bonig sino a la presidenta del Congreso. Ha censurado que Ana Pastor le hubiera dado la palabra por alusiones al portavoz del PP cuando, a su juicio, Baldoví “ha podido ser duro, pero no ofensivo”. “Le pido que cumpla el Reglamento y no permita que se vuelva a interrumpir el Pleno de esta forma”, le ha espetado.
Ana Pastor ha defendido sus decisiones y le ha pedido a Hernando respeto. “Les ruego señorías que como tienen turno de intervenciones, no utilicen torticeramente el turno de alusiones ni de llamada al orden”, les ha dicho a todos los grupos para zanjar la cuestión. “No vean la paja en un ojo y la viga en el otro. Y ruego silencio, que también está en el Reglamento”, ha concluido.
Puig invoca la “voluntad mayoritaria”
Por su parte el presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, ha subrayado que, más allá del debate entre los grupos suscitado en el Congreso al discutir la toma en consideración de la reforma del Estatuto de esta autonomía existe una “voluntad mayoritaria” para llevar a cabo este cambio legislativo.
Tras asistir al debate celebrado en el pleno de la Cámara Baja, ha recordado que el nuevo estatuto permitirá mejorar las inversiones en una comunidad que en los últimos cuatro años ha dejado de percibir 2.000 millones de euros del Estado.
Puig ha hecho hincapié en que desde la Comunitat Valenciana se quiere “visibilizar” en Madrid “con toda claridad” que los valencianos “no queremos ser más que nadie, pero tampoco menos que nadie” y que hay que combinar “singularidad entre territorios e igualdad entre ciudadanos”.