El conseller de Educación, Universidades y Empleo de la Generalitat Valenciana pagó en su primer trimestre en el puesto hasta 3.000 euros en comidas y cenas grupales a cargo de la caja fija. Los ágapes, una veintena en los meses de agosto, septiembre y octubre, apenas se justifican como “comida de trabajo”, sin más concreción, y sin una traslación en la agenda de José Antonio Rovira que figura en el portal de transparencia.
Según la documentación a la que ha tenido acceso elDiario.es, en el primer trimestre del Gobierno de PP y Vox constan un par de comidas o cenas por semana, en las que el titular de Educación invita a diferentes personas. Los importes oscilan de 100 euros a 495, con un par de excepciones a la baja. Por comensal, hay gastos de entre 20 y 50 euros. En algunas ocasiones hay dos invitados, en otras asciende a 14, y las más habituales son de 4, 5 o 6 personas.
Una de las más copiosas se produce justo una semana después de la toma de posesión de Rovira al frente de Educación. El 26 de julio el conseller pagó de la caja fija una comida para 10 personas por valor de 495 euros en un restaurante cercano a la sede de Educación. Ese día no figura ninguna reunión o encuentro en la agenda, si bien es cierto que en las primeras semanas de Gobierno apenas se recogieron convocatorias en el portal de Transparencia. En este restaurante figuran otros pagos por un importe de 148 euros y cuatro más de entre 200 y 300 euros, sin indicar la hora en el ticket.
Otra invitación, a cargo de la cuenta de la conselleria, se produce el 19 de octubre, cuando se registra la factura de una cena para 14 personas en un bar de tapas en el barrio de El Carme, por un coste de 260 euros. Esa tarde, la agenda del conseller solo indica: Recepción del MHP –el Molt Honorable President– a los ministros de Asuntos Exteriores-Comercio de la Unión Europea, que fue un encuentro organizado por Carlos Mazón en el Palau de la Generalitat. La cena se produjo a escasos metros. Es, además, la primera factura del local de restauración en cuestión. El 4 de octubre se paga una cena en el barrio de La Petxina para cuatro personas por importe de 90 euros. Fue el día de su comparecencia en las Corts Valencianes para explicar los problemas con las adjudicaciones de docentes en el inicio de curso.
La excepción a la baja es una comida en la cafetería de las Corts Valencianes, por valor de 20 euros para tres comensales, también pagada con la caja fija. El menú ronda los siete euros por cabeza, un precio similar al de la cafetería de la Conselleria de Educación. Según la justificación de todas estas comidas y cenas, que responde a una pregunta escrita de Compromís, los gastos se justifican habitualmente como “comida de trabajo del conseller” más los comensales en cuestión, a los que no se identifica. Tampoco en la agenda pública del conseller figuran estos encuentros de trabajo. Las leyes de Transparencia y los códigos de buen gobierno hacen hincapié en la conveniencia de publicitar los encuentros de trabajo, también con lobbies y grupos de influencia.
El decreto que regula la caja fija permite que esta se emplee para “los gastos periódicos o repetitivos, como los referentes a dietas, gastos de locomoción, material no inventariable, conservación, trato sucesivo y otros de similares características”. El uso de estos recursos siempre resulta controvertido, dada su opacidad; son gastos que no tienen fiscalización previa.
En los últimos gobiernos del PP, con mayoría absoluta, la regulación permitía que la caja fija alcanzase un 12% del total de los créditos iniciales del capítulo de gastos corrientes en los presupuestos de cada conselleria u organismo autónomo. Con el Gobierno de PSPV, Compromís y Unides Podem, el límite se rebajó hasta un 7%, acorde a la norma estatal, y se especifica que no se pueden realizar pagos de más de 5.000 euros por este sistema. En los seis meses de Gobierno, según el portal de transparencia, Rovira recibió 36.000 euros entre salario base y complementos.