La consellera de Hacienda valenciana, del PP, se muestra a favor de la competencia fiscal entre comunidades autónomas
El Gobierno valenciano se opone a una armonización fiscal pareja a la reforma del sistema de financiación autonómica. La posibilidad de que el Ministerio de Hacienda establezca unos mínimos en todos los territorios para evitar la competencia desleal se ha topado con el rechazo de las comunidades autónomas gobernadas por el PP, como la valenciana.
La consellera de Hacienda y portavoz del Ejecutivo autonómico, Ruth Merino, defiende que “la competencia fiscal entre comunidades autónomas es sana y debe existir”. Su departamento acaba de aprobar una propuesta legislativa para bonificar al 99% el impuesto de sucesiones y donaciones, además de una rebaja en el impuesto de transmisiones patrimoniales, que tendrá un impacto estimado de 231 millones de euros en el presupuesto autonómico. En este contexto, la representante popular ha pedido que no se “castigue” a las comunidades que quieren bajar impuestos.
Merino enmarca la bonificación de algunos tributos como una de las “prerrogativas” que tiene el Estado autonómico e insiste en que los dirigentes autonómicos tienen que “competir para hacer fiscalmente atractivas a las comunidades”. La dirigente valenciana, técnico de la Agencia Tributaria de formación, expuso en la rueda de prensa tras el Pleno del Consell que el sistema de financiación autonómica ya está vinculado a una armonización fiscal: “La premisa del sistema es que todos parten del mismo escenario, el que baje impuestos asume esa decisión”, expuso. La postura resulta algo compleja de encajar teniendo en cuenta que el Ejecutivo de PP y Vox renuncia a los ingresos mediante los impuestos pero reclama al Gobierno central una compensación por la infrafinanciación.
Sobre esta contradicción, interpelada por las críticas del PSPV acerca de la pérdida de 920 millones de euros de recaudación en una legislatura, la consellera ha defendido que las medidas fiscales conllevarán “una dinamización de la economía”. “No vamos nunca a ceñirnos a la supuesta pérdida de recaudación de un impuesto concreto en un año concreto y nunca haremos ese ejercicio tan simple al final de multiplicar por cuatro una previsión de pérdida de recaudación inicial, que a lo mejor con el paso del tiempo se puede convertir en un incremento de los ingresos”, ha expuesto Merino.
En cuanto a si los presupuestos de la Generalitat incluirán la supresión del impuesto de patrimonio, la consellera ha afirmado que “no está decidido todavía”, pero ha asegurado que esta medida “está en la hoja de ruta” del Ejecutivo autonómico y es un “compromiso”. “Hay que hacer responsable la reducción fiscal, no puede ser toda en el primer momento de la legislatura”, ha reconocido.
Fondos europeos
El portavoz adjunto de los socialistas valencianos en las Corts Valencianes, Arcadi España, quien ha denunciado la pérdida de recaudación, ha advertido que el Ejecutivo bipartito perderá una parte de los fondos europeos ligados a los objetivos climáticos. En referencia a las declaraciones del presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, quién apuntó que había riesgo de devolver una cerca de 1.800 millones de euros por la gestión del anterior Ejecutivo, España ha ironizado con que “el Consell de Mazón y la ultraderecha se empeñe en hablar de herencias, cuando han recibido más de 2.800 millones de euros en fondos europeos para gestionar” y ha apuntado que “son incomprensibles sus críticas, igual el problema es que no son capaces de gestionar esa cantidad de recursos”.
El parlamentario socialista ha lamentado que “el Partido Popular y sus socios ultras no sean capaces de gestionar los fondos europeos por cuestiones ideológicas” y ha señalado que “no se creen los objetivos por los que la Unión Europea da esos fondos”: “Están en contra de la agenda 2030, de los técnicos que gestionan los fondos y reniegan del cambio climático”. Además, España ha asegurado que “su problema es que tienen que gastarse estos recursos en algo que no creen” y ha indicado que “en lugar de inventarse problemas y desmantelar las oficinas de gestión de los fondos europeos, la derecha debe ponerse las pilar y aprovechar los recursos extraordinarios que hemos recibido de Europa”.
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