El pasado 23 de abril de 2017 el Estadio de Mestalla abrió por primera vez sus puetas a un partido oficial de fútbol femenino entre el València CF y la UD Levante. Para ello se hizo gran pompa y gala de la ocasión con sesión fotográfica con el president y vicepresidenta de la Generalitat en la previa.
El resultado estuvo a las alturas de las espectativas: un récord de asistentes de 17.000 espectadores (el anterior lo tenía un Atlético de Madrid-FC Barcelona con 14.000) y un espectáculo futbolístico de un 6-0 para las valencianistas, aunque desde el València CF se afirmaba que “el verdadero triunfador ha sido el fútbol femenino español”.
Esta ha sido la primera y de momento última ocasión en la que el coliseo valencianista abrió sus puertas a las jugadoras ya que el próximo partido entre ambas entidades, que se disputará el 9 de diciembre a las 10,45h, se jugará en el estadio Antonio Puchades, el campo donde juega el filial en la ciudad deportiva. El mismo día por la noche jugará el primer equipo masculino del València CF contra el Celta de Vigo a las 20,45h.
Esta 'expulsión' de Mestalla ha levantado polvareda y herido sensibilidades, hasta el punto en que todos los partidos de las Corts Valencianes han aprobado una declaración institucional de rechazo a esta situación.
En esta declaración institucional se insta al València CF a que “permita que su equipo femenino de fútbol pueda disputar encuentros de primer nivel en su estadio de Mestalla”. Así, en sus argumentos, el texto afirma que “no solo se debe evitar la discriminación por el género en el mundo del deporte sino que se debe incentivar y promover la igualdad real”.
Afirman por ello que “La mujer cada vez tiene una presencia mucho más equitativa en el panorama deportivo y no solo las instituciones sinó también las sociedades anónimas deportivas deben ir de la mano de esta realidad”.