Un exalto cargo de Juan Cotino investiga los expedientes de la conselleria de Mónica Oltra para el Síndic de Greuges
Los informes del Síndic de Greuges sobre los centros de menores y dependientes han derivado en un pulso entre esta institución y la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas. Y entre el exportavoz del PSPV, Ángel Luna, al frente del organismo, y la vicepresidenta de la Generalitat Valenciana, Mónica Oltra, al frente de Compromís.
La tensión ha llegado a tal punto que en Compromís cuestionan la independencia que se presupone al organismo estatutario, equivalente al defensor del pueblo en la Comunitat Valenciana. Las dudas sobre sus resoluciones se han expuesto este martes en la comisión de peticiones del Parlamento autonómico, donde el Síndic ha comparecido para explicar los dos últimos informes de gestión -correspondientes a 2019 y 2020- e insistir en que la vicepresidenta ha obstruido las últimas investigaciones, como apuntó en su última queja de oficio.
El diputado de Compromís Jesús Pla señaló en el pleno que un exalto cargo del PP en la antigua Conselleria de Bienestar Social cuando la dirigía el fallecido Juan Cotino es el encargado de supervisar los centros que dependen de Oltra. Pla, que ha recordado a Luna su etapa como portavoz socialista en las Corts Valencianes, ha apuntado a David Calatayud, exsecretario autonómico de Bienestar Social con Francisco Camps y exjefe de gabinete de Juan Cotino en la presidencia del Parlamento valenciano, como encargado de las cuestiones referentes a este departamento. A su parecer, que un exalto cargo del PP fiscalice a una conselleria de Compromís que él mismo gestionó genera dudas sobre la imparcialidad de la institución.
La respuesta del Síndic de Greuges fue cerrar filas en torno al exalto cargo del PP y argumentar que en su organismo se trabaja como en Fuenteovejuna. Luna defendió a Calatayud y rechazó el argumento “ad hominem”, reclamando al diputado que debata sobre el contenido de la investigación, no sobre quién la ha realizado. “Si tuviera alguna queja lo habría cesado. Me parece un excelente trabajador”, sentenció. El Síndic remarcó que las resoluciones las firma él mismo, que es “el responsable de todo lo que pasa” y cerró filas. Desde Compromís insisten que el personal del Síndic es de carácter eventual -se escoge discrecionalmente por la institución- y que gran parte de los técnicos integraron la plantilla durante el gobierno del PP.
Posteriormente, en declaraciones a los medios al finalizar su comparecencia, Luna remarcó que los grupos parlamentarios “no le van a condicionar” y, aunque se mostró “dispuesto a discutir lo que quieran” del fondo de las resoluciones, no se va a dejar influir “ni por fulano, ni por mengano ni por de dónde venga este o de dónde venga aquel”. En declaraciones recogidas por Europa Press, insistió en defender su “independencia de criterio y de funcionamiento”, indicando que actualmente está “fuera de la vida política completamente” puesto que tiene una “labor institucional plenamente asumida” que “le satisface perfectamente”.
El conflicto arrancó con una queja de oficio del Síndic en la que acusaba a la Conselleria de Políticas Inclusivas de interferir en una investigación de centros de menores. La entidad pidió diversa información relativa tanto a la elaboración de la normativa pendiente en la materia como a las circunstancias de los diferentes centros y consideró que “no se ofrece ninguna actuación, por parte de la conselleria, que permita llevar a efecto la investigación tal y como había sido diseñada”. El Síndic resaltó que no recibió respuesta de los directores de los centros investigados a un cuestionario, que llegó meses más tarde como documento conjunto desde conselleria. Las preguntas que faltaban por responder tenían que ver con los equipos de salud mental que atendían a los jóvenes, el compromiso de sus familias con ellos y con la opinión personal que cada director tenía sobre el tema.
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