Marcos Benavent, exgerente de la empresa de la Diputación de Valencia Imelsa, ha afirmado este martes que va a “provocar mucho daño” con sus declaraciones judiciales, pero “la gente ha de saber la verdad”.
El exmano derecha de Alfonso Rus se ha negado a declarar ante el Juzgado de Instrucción numero 6, que instruye la causa abierta tras una denuncia interpuesta por los actuales gestores de esta empresa pública por irregularidades contables y sustracción de material informático.
“Me he llevado de todo, dinero y caja y comisiones. Era un yonqui del dinero, casi todo el mundo está en movidas”, ha dicho Benavent a los periodistas sin querer referirse de forma expresa ni a Rus ni a ningún otro político, y preguntado por su relación con el president de la Generalitat, Alberto Fabra, ha asegurado que lo conoce pero que no se ha reunido con él.
Antes de presentarse ante el juez, el exgerente de Imelsa ha pedido perdón públicamente y ha asegurado que asumirá la pena que le corresponda, “cárcel, lo que sea”, e intentará reponer todo lo que se ha llevado.
Además, ha dicho: “pido perdón. Lo siento mucho. Me he equivocado. Asumiré lo que sea, la pena de cárcel que me corresponda, e intentaré reponer todo lo que me he llevado. Voy a contar la verdad, mi verdad. Luego os atiendo, contestaré a todo”.
Esta investigación, en principio, no guarda relación con la denuncia interpuesta por Esquerra Unida ante la Fiscalía Anticorrupción, sobre la que se ha decretado el secreto, a partir de unas grabaciones realizadas por Benavent, que supuestamente implicarían al presidente de la Diputación, Alfonso Rus, y otros políticos en una supuesta trama de corrupción.
El aspecto físico de Marcos Benavent ha cambiado respecto a sus últimas apariciones públicas y ha llegado a la Ciudad de la Justicia, a las 9 horas, con ropa muy informal, una densa barba y numerosos pendientes y pulseras.