El presidente de la Generalitat Valenciana y del PP de la Comunitat Valenciana, Alberto Fabra, ha insitido este lunes en su doctrina de 'líneas rojas contra la corrupción' afirmando que “ninguna persona que sea diputada se tiene que sentar en el sillón en un juicio”.
Esta afirmación se produce dos días después de que el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV) abriera juicio oral contra el exalcalde de Alicante, el también diputado 'popular' en las Corts Luis Díaz Alperi, acusado de tres delitos contra la hacienda pública y otro de cohecho impropio.
“Yo ya he dicho al respecto lo que tenía que decir y es que creo que los partidos políticos tenemos que comprometernos con lo que es el sistema”, ha afirmado el jefe del Consell. Así, ha señalado que sobre este asunto ya ha dicho que entiende que “aquellas personas que tienen un cargo público tienen que suponer además una carga extraordinaria de ejemplaridad, sobre todo, saber cuál es su compromiso con los ciudadanos”.
Esta advertencia también la realizó Fabra la pasada semana con una reacción inmediata, la dimisión de la exconsellera Angélica Such, imputada en Gürtel, pero no completa, ya que la también exconsellera y expresidenta de las Corts, Milagrosa Martínez, todavía permanece en su escaño y dentro del PP.
No obstante esta doctrina de renunciar al escaño o ser expulsado del PP por una imputación no es compartida por el presidente de la provincia de Valencia del PP y presidente de la Diptuación, Alfonso Rus, quien mantiene su línea de que no se tomen medidas hasta que haya una condena.