El pasado mes de septiembre, los socialistas valencianos denunciaban ante Fiscalía Anticorrupción el agujero de mil millones de euros que generado en Feria Valencia, cuyo patronato preside la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá. La institución se encontraba al borde de la quiebra cuando Rafael Catalá presentó su dimisión como presidente -fue relevado en el cargo por el representante de los empresarios valencianos, José Vicente González-.
Tras conocer el informe de la Intervención de la Generalitat Valenciana -denostado por Barberá, quien no dudó asegurar que el documento estaba “mal hecho”-, el PSPV decidió trasladar a Fiscalía los sobrecostes de 256 millones de euros, muchos de ellos sin justificar o camuflados en facturas falsas.
Los socialistas valencianos, además, han reclamado una comisión de investigación en Les Corts acerca de la “cueva” de Feria Valencia, un organismo que ha recibido ingentes inyecciones de fondos públicos pese a no ser auditada por la sindicatura de Comptes, ya que es una institución a medio camino entre lo público y lo privado. La oposición ha insistido una y otra vez en exigir responsabilidades a la primera edil valenciana por su condición de presidenta del Patronato.
El escándalo de los regalos
Esta misma semana hemos conocido, tal y como desvela el diario El Mundo, que la Fiscalía, en el marco de su investigación por el agujero de Feria Valencia, estaría estudiando detenidamente los regalos de lujo recibidos “gentileza” del organismo por Rita Barberá y otros dirigentes de la entidad.
En concreto, consta un listado de 16 presentes recibidos por la alcaldesa de Valencia valorados en 7.600 euros y entre los que se encuentran productos como un fular con broche de Hermès de 650 euros; un boli rotulador Balmain junto a un cheque-regalo de El Corte Inglés de 700 euros; un pañuelo y billetera Bulgari (600 euros); un bolso beige Bulgari y unos guantes rojos (1.980 euros); un bolso de Loewe Blanco de 590 euros; o un bolso Rojo de Carolina Herrera de 420 euros.
Además, al parecer otros miembros de la dirección y el patronato de Feria Valencia recibieron obsequios -sin ningún tipo de control- como equipos de música, cámaras digitales de vídeo y fotografía, televisores de plasma, cajas de puros habanos Montecristo o cheques regalo de El Corte Inglés por valor de hasta 600 euros.
Esto se suma a los enormes dispendios en publicidad, viajes y dietas -142 millones de euros en 11 años- o los sobrecostes de la ampliación de Feria Valencia -252 millones más de los previstos inicialmente, lo que supone un 86%-, o los lazos de la institución con contrataciones a las empresas de la trama Gürtel. Con todo, los valencianos deben hacer frente a 1.029 millones de euros (costes finacieros incluidos) de un organismo que sólo ha generado pérdidas.
Proceso de separación
Y en este contextos, el patronato de Feria Valencia comenzará este martes con el proceso de separación en dos sociedades distintas, una de patrimonio y deuda y otra de actividad ferial, un procedimiento acordado entre el Consell, el Ayuntamiento de Valencia y la Feria y cuyo protocolo de reestructuración ha desarrollado la conselleria de Economía.