La Comunitat Valenciana recibe más fondos del Estado que hace una legislatura, pero sigue siendo la peor financiada del Estado. La infrafinanciación crónica ha hecho crecer la deuda de la autonomía, que debe triplicar el esfuerzo fiscal para llegar a la media en gasto social por habitante. Distintos estudios han tratado de cifrar la falta de recursos del Estado y su impacto en las arcas públicas, entre ellos los de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE), la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) o la Sindicatura de Comptes.
En la última década la Comunitat Valenciana ha estado a la cola en recursos del Estado a través del sistema de financiación. En 2021, según la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), la Comunitat Valenciana recibió por habitante 2.247 euros, 178 euros menos que la media de las comunidades autónomas de régimen común. En 2020, según Fedea, fueron 2.379 euros por habitante, la segunda más baja después de Murcia.
La valenciana lleva años siendo la autonomía que menos recursos per cápita recibe, con casi mil euros por habitante de diferencia de la comunidad mejor financiada, Cantabria, que recibió el mismo año 3.278,9 por habitante. De media, en los últimos diez años, la distancia entre el primero y el último de la lista ha sido de 700 euros per cápita, según el IVIE.
“La infrafinanciación que sufre la Comunitat Valenciana es la principal causa de su endeudamiento, que en 2022 representa el 44% del PIB, pero también le obliga a incrementar la presión fiscal sobre la ciudadanía por encima de la media”, apunta uno de los últimos informes del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas. En 2019 la infrafinanciación de la Comunitat Valenciana se cifraba en 36.550 millones de euros, según el estudio de Francisco Alcalá, del IVIE. Esto supone 7.509 euros por habitante ese mismo año.
Pese a estas cifras, la Generalitat Valenciana ha incrementado su presupuesto en un 28% esta última legislatura y ha equiparado el gasto medio por habitante a la media española. El esfuerzo fiscal que realiza la Comunitat Valenciana es tres veces superior a la media de las autonomías para poder ofrecer la misma calidad en los servicios públicos, según Francisco Alcalá, investigador del IVIE.
Más recaudación y recursos del Estado
Pese a la infrafinanciación, en la última legislatura han aumentado los recursos procedentes del Estado, según los datos facilitados por la Conselleria de Hacienda, que dirige Arcadi España. Las transferencias que se reciben del Estado son la principal fuente de financiación de la Generalitat: suponen el 80% del total de los ingresos de la Comunitat Valenciana, a través de tres fondos y la cesión de varios tributos (un tramo del IRPF, del IVA y tributos especiales).
En 2019 la Comunitat Valenciana recibió 10.555,65 millones de euros de transferencias ordinarias y 6.783 millones en transferencias extraordinarias, un total de 17.339 millones de euros de la Administración General del Estado. En 2022, último ejercicio completo cerrado, el Estado inyectó 10.973 millones de euros a través del sistema de financiación y otras transferencias incondicionadas y 7.958 millones en mecanismos extraordinarios, un total de 18.931 millones de euros. La cifra se incrementó en cerca de 3.400 millones de euros -a través de transferencias y mecanismos extraordinarios- durante los dos años de la pandemia. Estas cifras corresponden a los recursos recibidos directamente del modelo en términos de caja: entregas a cuenta, liquidaciones, compensaciones y devoluciones de liquidaciones negativas de los años 2008 y 2009.
Si solo se computan las entregas a cuenta del sistema de financiación autonómica, la Comunitat Valenciana recibió 11.561,91 millones de euros en 2022 frente a los 9.331,78 millones de 2019, según consta en el portal de transparencia GVA Oberta.
El total de recursos del sistema de financiación es la suma de la participación en los ingresos del Estado con los ingresos tributarios por tributos cedidos. Esta cifra fue de 12.687,82 millones de euros en 2022 frente a los 11.736,34 millones de 2019. La previsión para 2023 es que ascienda a 14.760,98 millones de euros, según el portal de transparencia.
Por otra parte, el pasado 8 de mayo el Consejo de Ministros aprobó una asignación al conjunto de comunidades autónomas de 3.805 millones de euros para atender necesidades pendientes de financiar del déficit de años anteriores. A través del mecanismo conocido como Fondo de Liquidez Autonómico (FLA), un préstamo a cuenta del Estado, el Ejecutivo central inyectará a la Comunitat Valenciana 1.935 millones para “necesidades pendientes de financiar del déficit de ejercicios anteriores”. Los recursos totales asignados hasta el momento por el Fondo de Financiación a Comunidades Autónomas para 2023 para la Comunitat Valenciana son 5.386,67 millones de euros, según el Ministerio de Hacienda. La previsión presupuestaria para este año es de 13.449,70 millones de euros de fondos del Estado, según la Conselleria de Hacienda y Modelo Económico.
La deuda es la gran conselleria de la Generalitat Valenciana, por el volumen anual que se destina para pagar préstamos e intereses. A 31 de diciembre de 2022, la llamada 'deuda viva' de la Comunitat Valenciana, es de 55.032 millones de euros, según consta en el Portal de Transparencia. La deuda por habitante correspondiente a 31 de diciembre de 2022 es de 10.777 euros per cápita; en 2015 esta cifra era de 8.516 euros por habitante.
Más del 80% de la deuda valenciana está en manos del Estado -en el conjunto de las comunidades, el porcentaje supera el 60%-, por lo que numerosos dirigentes autonómicos y expertos reclaman una quita de la deuda a la Administración central. De hecho, el investigador del IVIE Francisco Alcalá, apuntó en su último estudio que “el nivel de deuda alcanzado por algunas comunidades como la valenciana resulta insostenible y la única vía para reconstruir el sistema de financiación con bases sólidas y creíbles es que el Estado absorba el endeudamiento autonómico originado por la infrafinanciación. Esta es también la única vía que permitirá a las autonomías el retorno a los mercados financieros”.
Distintos informes apuntan que el porcentaje de la deuda achacable a la falta de financiación en la Comunitat Valenciana es de tres cuartas partes del total: el IVIE apunta a un 72%; la Sindicatura de Comptes a un 78%. Según los datos de la Conselleria de Hacienda y Modelo Económico, la deuda correspondiente al Fondo de Liquidez Autonómica es de 45.932,58 millones de euros.
Desde 2015 la deuda valenciana ha aumentado en 12.000 millones de euros, superando los 55.000 millones de euros en la actualidad, ralentizando la velocidad de subida. En la legislatura anterior, entre 2010 y 2015, pasó de 20.000 millones a 40.000 millones de euros. En 2008, coincidiendo con la aprobación del actual sistema de financiación -caducado desde 2014- y con el estallido de la crisis financiera e inmobiliaria, la cifra comenzó a dispararse.
El Ejecutivo autonómico ha reivindicado durante dos legislaturas -sin éxito-, una reforma del modelo de reparto de recursos del Estado, que inyecte más fondos a todas las comunidades autónomas -infrafinanciadas en su conjunto- y elimine del cálculo las variables que distorsionan el reparto de recursos, centrándose en la población ajustada: cuánto necesita una administración autonómica para cubrir las necesidades de sus habitantes, según los principios constitucionales.