El pleno del Consell ha analizado este viernes el informe de la Intervención General sobre el control financiero de las concesiones sanitarias de 2003 a 2012, que la vicepresidenta, Mónica Oltra, ha dicho que se resume en una “falta de fiscalización y control” del anterior Gobierno valenciano y en un “caos total”.
Oltra ha explicado en la rueda de prensa posterior al pleno que el objetivo de este informe era verificar que la determinación del precio de los contratos de la concesión de los servicios sanitarios y sus liquidaciones se correspondía con lo previsto con la normativa y los pliegos del contrato, y que los controles eran eficientes.
Sobre los contratos, ha explicado que se han detectado deficiencias como ambigüedades y contradicciones en los pliegos, y no hay en los expedientes cálculos ni estudios previos que garanticen que el precio pagado era “justo” y no perjudicaba los intereses públicos.
También se ha detectado una “dejación de funciones” de la Conselleria de Sanidad durante esos años, al no haber efectuado un “adecuado control” de las inversiones comprometidas por el concesionario.