González Pons, un histórico del PP para organizar el congreso que intentará cerrar la herida de Génova
Esteban González Pons es un político curtido en unas cuantas batallas, metafóricas y literales. El miércoles, en calidad de eurodiputado del Grupo Popular en Bruselas, se encontraba en la frontera entre Bielorrusia y Ucrania. Mientras, a miles de kilómetros, sus compañeros de partido se reunían en la sede de la calle Génova y lo elegían presidente del comité organizador del congreso extraordinario que se celebrará los días 2 y 3 de abril.
El gabinete de crisis del PP le encarga orquestar ese encuentro que deberá intentar cerrar el cisma y conceder a su todavía presidente, Pablo Casado, la “salida digna” que reclamaba. Para ello, los dirigentes autonómicos echan mano de la portavoz en el Congreso, Cuca Gamarra, y de González Pons, un perfil que consideran moderado para calmar las aguas.
La previsión de los barones es que el todavía presidente apoye una candidatura liderada por Alberto Núñez Feijóo, aclamado por sus homólogos como la solución a la crisis desencadenada por la investigación interna de los contratos de la Comunidad de Madrid con el hermano de su presidenta, Isabel Díaz Ayuso. El dirigente gallego no ha confirmado que vaya a presentarse a liderar el partido y asegura que esperará a los tiempos marcados por la organización: “Hasta que no se convoque sería muy sorprendente que venga un señor a decir que se presenta”, ironizaba el presidente de la Xunta.
González Pons (Valencia, 1964) conoce los resortes del partido y tiene experiencia de gestión: ha sido senador durante tres legislaturas, conseller de Cultura, Educación y Deporte en la Generalitat Valenciana durante un año hasta pasar a la cartera de Relaciones Institucionales y Comunicación, cargo que compaginó con la portavocía del Consell de Francisco Camps. Tras su etapa en el Ejecutivo autonómico fue elegido diputado en el Congreso por Valencia en 2008 y vicesecretario de Comunicación del PP.
Esta etapa en el judicializado Gobierno de Camps coincidió con la entrada de Orange Market, pieza clave de la trama Gürtel, en Valencia, que le ha valido alguna acusación de sus cabecillas. Durante el juicio, Álvaro Pérez 'El bigotes' reveló que el primer contrato de la red corrupta con el Ejecutivo fue la guía de comunicación que el departamento de González Pons encargó y adjudicó por 12.000 euros. Aunque las adjudicaciones han sido investigadas, el europarlamentario nunca ha estado procesado.
El político, que coquetea con las publicaciones literarias, relató en su autobiografía Camisa Blanca, que este contrato estuvo a punto de salirle muy caro porque estuvo a punto de ser imputado. “Alguien muy importante en el Ministerio del Interior insistió confidencialmente ante los periodistas para que me presentaran como posible enredado en un conocido asunto judicial que no tenía nada que ver conmigo”, escribe en su libro, en el que afirma que la intención era “ensuciarle”. Su salvador, recalca, fue el juez Garzón.
Desde las elecciones europeas de 2014 González Pons es parlamentario por el Grupo Popular, donde ha ido puliendo su perfil, acercándose a conflictos internacionales. Conocidos fueron sus viajes a Venezuela y Colombia para reunirse con Juan Guaidó al que transmitió “el apoyo del Parlamento Europeo, de España y del PP de Pablo Casado”.
Esa experiencia en prevención de conflictos quizá le sirva ahora para dirigir el órgano que debe suturar al partido y que estará “compuesto por al menos un miembro designado por cada organización territorial”, según indicó el PP en el comunicado posterior a la reunión en Génova.
La influencia valenciana en Génova
La elección del europarlamentario permite a los líderes del PP valenciano aupados por Casado y su número dos, Teodoro García Egea, aferrarse a una posibilidad de no naufragar en Génova. Carlos Mazón, presidente del partido en la Comunitat Valenciana, mostraba el miércoles, como el resto de barones, su apoyo al líder gallego.
Los populares valencianos –que se han sumado al derribo de Pablo Casado y Teodoro García Egea pese a que fueron ambos quienes auparon a Mazón y apartaron a su predecesora Isabel Bonig– creen ahora que la elección para organizar el congreso de uno de sus representantes, que hace años que ha centrado su trabajo en la política internacional, es una forma de ganar influencia en la nueva dirección y ponen en valor su buena relación con el presidente de la Xunta de Galicia.
24