¿De qué hablamos cuando hablamos de salud mental? El Gobierno valenciano impulsa un proceso participativo para guiar sus políticas de bienestar

Un proceso participativo marcará las prioridades y la agenda política en salud mental en la Comunitat Valenciana. El Gobierno valenciano impulsa una convención ciudadana para elaborar el plan de acción en salud mental, drogodependencias y conductas adictivas, con el objetivo de encontrar un espacio de reconocimiento entre ciudadanos y deshacer los estigmas que rodean a las personas con enfermedad mental.

A través del comisionado de Presidencia de la Generalitat para la materia, el Ejecutivo autonómico quiere crear un espacio de deliberación y resolución de problemas de forma colectiva, entendiendo la salud mental como bien común. La convención, que se desarrollará en el primer semestre del año, implicará a 70 ciudadanos elegidos por sorteo cívico en la redacción del plan de acción, después de escuchar a expertos y personas afectadas.

El primer paso en el proceso participativo es una encuesta que marcará las primeras líneas de discusión en el futuro plan. El formulario, anónimo y al que se puede acceder en el enlace sobre estas líneas, consta de cinco preguntas y un espacio para las sugerencias para tratar de indicar cuáles son los temas que más preocupan a los ciudadanos y cuál es el estado de los servicios de salud mental autonómicos. El documento pide una valoración sobre la atención y los recursos públicos, pero también de los derechos de las personas con problemas de salud mental y su percepción.

“Queremos preguntar a los ciudadanos qué consideran más importante, cuál es la situación de la salud mental en la Comunitat Valenciana, si hay recursos suficientes y dónde se plantearían incidir”, apunta el comisionado, Rafael Tabarés. El proyecto del catedrático en psiquiatría, nombrado el pasado abril, es un experimento de innovación en políticas públicas que busca responder a otra pregunta: “Cómo abordarían los problemas de salud mental, drogodependencias y conductas adictivas”, a través de un ejercicio de empatía.

La convención, aún en desarrollo, consta de cuatro jornadas en las que intervendrán expertos, personas con problemas de salud mental y sus familiares. Los ciudadanos escogidos por sorteo cívico tendrán que consensuar, a partir de la deliberación, “una cartera de recomendaciones para que los grupos políticos y expertos elaboren un plan específico sobre salud mental y conductas adictivas”. Este ejercicio permitirá identificar las necesidades en materia de salud menta agravadas por la pandemia y busca que la ciudadanía intervenga en la gestión de los problemas colectivos.

Para la convención se ha creado un comité de personas expertas en filosofía, sociología, historia, educación, al margen del carácter sanitario, que intervendrán con carácter consultivo. En paralelo, con los representantes de los grupos políticos de las Corts Valencianes, se ha acordado crear un comité de seguimiento y evaluación del proceso y de la futura estrategia, que cuente con asociaciones de personas con enfermedad mental y familiares, sindicatos y empresariado, colegios profesionales y asociaciones científicas.