El PSPV ha denunciado que la Generalitat Valenciana debe un total de 230 millones de euros en ayuda a la vivienda, deuda que ni siquiera está reconocida en la Consellería de Hacienda. Esta situación para la diputada socialista María José Salvador “evidencia el caos en que se encuentra la conseleria que lidera (Isabel) Bonig”, por lo cual ha pedido su dimisión.
La diputada socialista ha destacado que en el informe del Síndic de Comptes se destacaba que ni siquiera podía auditar estas ayudas “porque no están contabilizadas ni los expedientes ordenados”. La no contabilización en Hacienda de estas ayudas significa para la diputada socialista que “se encontraban en un cajón, totalmente abandonados”.
Salvador ha mostrado los datos que la propia Conselleria ha enviado al grupo parlamentario socialista, y resume que estos 230 millones corresponden a conceptos arrastrados desde 2007 como el cheque vivienda (137 millones), ayudas a alquiler (3,5 millones) y rehabilitación (77 millones).
Pese a estas cifras los socialistas señalan que para 2014 hay previstos 149.000 euros para pagar anticipos a 27 personas en toda la Comunitat Valenciana, lamentando que en la Generalitat “han hecho dos gestos para pagar a los bancos, pero ninguno para pagar a los miles de valencianos a los que deben estas ayudas”.
En total se contabilizan alrededor de 50.000 expedientes todavía por resolver. Por ello la portavoz de la Plataforma de Afectados por Impago de las Ayudas a la Vivienda, María Navarro, ha calificado de “fracaso” la política de vivienda de la Generalitat porque “claramente hay un abandono a los ciudadanos afectados y una falta de voluntad por dar una solución real a este problema”.