El conseller de Educación y Cultura, Vicent Marzà, ha indicado este martes que, tras el cese de la hasta ahora directora del Museo de Bellas Artes San Pío V de Valencia, Paz Olmos, el equipo de la Conselleria de Cultura asumirá la “responsabilidades de la gestión” del museo, de forma temporal, hasta que se convoque el procedimiento “más justo” mediante un concurso “abierto” para elegir al nuevo director.
En este sentido, el titular de Cultura ha insistido en que el procedimiento será “lo más transparente y abierto posible”, después de que la propia conselleria realice una reflexión sobre cómo ocupar los cargos de responsabilidad de las instituciones culturales. Así lo ha indicado Marzà a los medios de comunicación, minutos antes de realizar una visita al San Pío V para ver el estado en el que se encuentran las obras y las infraestructuras.
Según ha explicado Marzà, cuando se hizo cargo de la conselleria analizó cada una de las áreas de su competencia y, en este sentido, ha indicado que una de las cuestiones que le causó “especial preocupación” fue la situación de la gestión que se llevaba a cabo la dirección de este museo.
De este modo, Marzà ha incidido en que desde su departamento tomaron la decisión de destituir a Olmos porque su actuación “no había respondido a una verdadera gestión destinada al buen funcionamiento de este museo. Pedimos un informe técnico y lo analizamos y por eso el cese no lo hicimos de inmediato”.
Respecto a las causas de la cesión de Olmos, ha indicado que ha habido decisiones que “no han sido las adecuadas” y “de forma reiterada. No es solo la situación última del estado de algunas obras por el mantenimiento, sino que es un continuo de acciones que para nosotros no responden a las necesidades de un museo tan importante como es este que es la principal pinacoteca que tenemos los valencianos”.
A su juicio, durante la gestión de Olmos, se han tomado decisiones que “no son adecuadas” y, en este sentido, ha aludido a la existencia de una “deuda con la empresa de mantenimiento” y “la anterior directora no ha hecho las gestiones para que continuara o para tener un contrato de mantenimiento como tocaba. Creemos que ha habido una dejación de funciones y no se ha continuado con el contrato de mantenimiento cuando había un informe técnico que demandaba el cambio de alguna pieza en alguna maquinaria y por eso creemos que no puede continuar”.
Además, ha insistido en que tampoco se ha gestionado bien la caja fija del museo porque el dinero que “debe de estar destinado clarísimamente al mantenimiento, a la restauración y a otras actividades derivadas del propio funcionamiento del museo y no a hacer grandes eventos u otras historias que no están relacionas directamente como exposiciones relacionadas con la moda”.
Sustituto
Preguntado por si ya barajan algún nombre para hacerse cargo del museo, ha apuntado que, de momento, van a cumplir los plazos que exige la ley, por lo que durante esta transición, van a elaborar un plan para ver cómo se gestionan todas las instalaciones culturales y artísticas de la Comunitat para hacer un procedimiento “abierto” cuando “tengan los datos” por lo que no tienen todavía una “estimación de tiempo hasta la elección de un nuevo director.
Inquirido sobre si quieren un concurso como el que se realizó para la designación del director del Ivam, Marzà ha incidido en que tienen que estudiar cómo va a funcionar y “no podemos concretar más porque aún no tenemos el procedimiento cerrado”.
Sobre los posibles daños que pueden haber sufrido algunas piezas, Marzà ha indicado que primero tienen que evaluar el estado. “Nuestra voluntad de que el mantenimiento sea bueno y que las piezas estén en el estado que toca”.
Condiciones inadecuadas
Por su parte, el gerente de la institución museística, Antonio Bravo, ha indicado que la temperatura máxima que se ha alcanzado dentro de las instalaciones ha sido de 27 grados, mientras que la humedad máxima ha sido del 76%. “Lo ideal seria alrededor de 22,5 grados de temperatura con un margen de más menos 2,5 grados y un 55% de humedad y nos queremos mover entre un intervalo de 45-60% de humedad”, ha indicado. No obstante, ha matizado que estos parámetros son distintos dependiendo de si las obras son tablas o lienzos, por lo que, en estos momentos, las obras que han registrado daños y deformaciones han sido los lienzos.
En este sentido, la restauradora del museo, Asunción Tena, ha explicado que la humedad alta en verano favorece a los retablos porque “va bien” para madera pero perjudica a los lienzos, especialmente a los del siglo XIX, que tienen un gran componente de algodón, se ablandan y, debido al peso, se van deformando. De este modo, ha insistido que el problema radica en si esta situación perdura en el tiempo y ha indicado que actualmente hay entre 10 y 12 obras deformadas.
A su juicio, el museo debería tener unos compartimentos estancos para que la humedad que favorece al soporte de madera no afecte a los lienzos y “quizás con el tiempo se debería intervenir en la estructura de las salas para que hubiera diferentes humedades en unas zonas del museo o intentar añadir una solución arquitectónica a lo que ya hay, si no se puede alterar la disposición de las obras”.