El exconcejal del Ayuntamiento de València y actual diputado en las Corts Miquel Domínguez ha protagonizado este jueves una tensa sesión de la comisión de investigación sobre la gestión de Feria Valencia con repetidos reproches a los grupos por haberle citado en lo que considera “un paripé”. “No tenían derecho, falta de respeto es citarme a mí, como miembro del ayuntamiento no tenía por qué estar aquí”, ha reiterado.
Domínguez, que ha acudido como miembro del comité ejecutivo cuando ocupaba la concejalía de Urbanismo -hasta 2003- ha sido preguntado por los grupos por cuál era su función en este órgano, por el proyecto de ampliación, cuyo coste pasó de los 300 millones previstos inicialmente a un desembolso final de 1.000, así como por si recibió algún tipo de presión para dar el visto bueno al proyecto.
Desde un primer momento la comisión se ha convertido en una bronca por el tiempo, en un primer momento entre Domínguez y el diputado de Podemos David Torres, a quien ha acusado de interrumpirle, a lo que este ha replicado que se daba por contestado y quería utilizar el resto de su tiempo para repreguntar.
Domínguez ha pedido entonces tiempo para poder hacer valoraciones y ha lanzado su primera crítica: “Esto me parece un paripé, pero si no me dejan ni aplicarlo...”. La presidenta de la comisión, la parlamentaria de Ciudadanos Rosa García, le ha pedido respeto a la labor que realizan los diputados y le ha avisado por primera vez, ante lo que el exedil ha preguntado cuántas veces se le podía avisar, una reacción que ha hecho que algunos miembros de la comisión le recriminaran esa “falta de respeto”.
“Falta de respeto es citarme a mí, no tenían derecho, como miembro del ayuntamiento no tenía por qué estar aquí, eso sí es una falta de respeto, que hagan el paripé este”, ha dicho, para resaltar que ha acudido “por deferencia” a la casa.
Además, les ha avisado que están acostumbrados a que acuda a la comisión personas que llegan “asustaditas” pero él, como responsable político, no lo está, y ha querido dejar patente que “no hay derecho” que se indague en un tema que ocurrió hace 18 años -en relación al proyecto de ampliación- y más aún cuando Fiscalía ha archivado el caso.
En un momento dado, al ser preguntado sobre si alguien advirtió en su momento de que la ampliación no era necesaria, Miquel Domínguez ha asegurado que no porque entonces “la visión es que era súper necesario y todos los grupos lo tenían claro”, eso sí, “menos Podemos, que no existía”, como tampoco Ciudadanos. “Y no entiendo cómo Ciudadanos está presidiendo la comisión”, ha apostillado.
“Acostumbrados a gente mansa”
Esta declaración ha provocado el rechazo de la presidenta, que ha considerado que se trataba de “un insulto” hacia su persona y le ha pedido que fuera “la última vez que hace una manifestación en estos términos”. En este punto, el diputado socialista David Cerdán ha abandonado la sala.
La socialista Sabina Escrich ha querido mostrar su apoyo a la presidenta de la comisión y ha lamentado la actitud “altanera” de Domínguez, quien finalmente ha pedido perdón si en algún momento ha faltado a alguien al respeto, aunque ha admitido que no le molesta que le digan eso, para insistir: “Están acostumbrados a que la gente venga muy comedida, mansa, pero la gente tiene derecho a decir lo que quiera, parece que aquí vengan a una especie de Tribunal de la Inquisición”.
“Me extraña mucho que esta comisión siga viva una vez el fiscal ha dicho que no hay nada”, ha reiterado ante los grupos, que le han recordado que en este ámbito se trata de encontrar posibles responsabilidades políticas, no judiciales.
Confianza en los técnicos
Entrando en materia, Domínguez ha explicado que entró en el comité ejecutivo de Feria Valencia a propuesta de la exalcaldesa Rita Barberá en su calidad de responsable de Urbanismo para ser el nexo de comunicación entre el ayuntamiento y la Feria a efectos de licencias y trámites administrativos.
Ha señalado que daba por bueno lo que los técnicos presentaban, eso sí previa revisión, porque de lo contrario no se daban licencias, y ha insistido en que había técnicos que llevaban los proyectos, los explicaban y se daba por bueno “casi el 100%, por no decir el 100%” porque todo estaba documentado y se planteaba de manera legal y estructurada. “Lo que se aprobó, fue con informes favorables de todos los que tenían que informar”, ha remarcado.
Domínguez ha afirmado que tenía confianza plena en los técnicos y que la única directriz que recibió fue el encargo de acudir para ayudar a la tramitación, hacer de “nexo de unión” entre Feria Valencia y Ayuntamiento. “Yo no estaba dirigiendo la feria, más no se”, ha dicho.
La ampliación, una prioridad
Ha considerado que es “una falta de respeto” decir que los miembros del comité iban a las reuniones a “pegar la 'cabotà'”, a asentir sin más“ y ha incidido en que no recuerda que nadie en aquel momento se posicionara en contra de la ampliación del recinto ferial, sino que ”todo el mundo pensaba que era una necesidad para no quedar descolgados a nivel internacional. “En ningún momento, ni ahí ni en ningún sitio, hubo presiones”, ha aseverado.
También ha negado que tuviera una tarjeta para gastos, ha explicado que se cobraban dietas por asistencia a las reuniones y ha querido recalcar que “no estaba para controlar las obras”, sino que la documentación la aportaban los técnicos y él estaba allí para saber “qué se estaba planteando” de cara a los procedimientos administrativos“.
La comparecencia ha concluido con las acusaciones por parte de Compromís al PP de desplegar una “táctica de verdulería” para promover la bronca en los debates, a lo que los populares no han querido responder, aunque sí han criticado la “falta de rigor y seriedad” en la comisión cuando “el técnico más importante es el fiscal anticorrupción” y ha archivado el caso.